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Compartimos un breve texto del P Bernardo Ibarra, IVE,  escrito en 2017, a los 10 años de su ingreso al Seminario Menor

 

Siempre se me hizo difícil decir que tengo tantos hermanos religiosos, porque ya sean mundanos, ya muy cristianos los oyentes, presentan todos una misma objeción: “no tienen verdadera vocación”.

Piensan muchos –y aún lo dicen– que Dios no puede llamar a tantos miembros de una misma familia a la vida religiosa. “Si el número es grande, ya hay algo raro”, dicen ellos. “Algo tan raro como ser obligados o sumamente encantados de tal modo que cualquier otra opción se vuelve imposible. Uno sigue al otro, como patitos a la misma laguna, y allí se sumergen uno tras otros”.

Fueron muchas ciertamente las veces en que yo no podía responder suficientemente a este tipo de objeciones. Salía sin más a la defensa narrando el caso de los Apóstoles Pedro y Andrés, o Juan y Santiago.  Y tejía incómodamente argumentos –del todo verdaderos–  que explicaban cómo Dios puede llamar a muchos de una misma familia sin caer en falsas vocaciones o en personalidades enjauladas.

Pero todos estos silogismos no me satisficieron jamás. Sabía yo que algo faltaba…

Sí, me faltaba darme cuenta de que mis oponentes tenían razón: fuimos encandilados por nuestros hermanos mayores, y los seguimos cuales pequeños patitos –o gansitos– hacia el lago de la vida religiosa. Lo que yo no me di cuenta es que esto no tiene nada de malo y no significa que no haya una auténtica vocación.

¡Es verdad!, yo seguí el ejemplo de mis hermanos. Y si quise ser religioso fue por imitarlos a ellos… ¡Esta es la pura verdad! Cualquier otro argumento, aunque posible, no se dio en mi caso… por eso me incomodaban.

¿Hay falta de auténtica vocación? Para nada… así se entiende clarísimo cuando se lee la vida de Sta. Teresita del Niño Jesús. Si ella quiso ser religiosa fue simplemente por imitar a su hermana Paulina:

 

Santos Louis Martin y Celia Guerin, padres de María (Sor Maria del Sagrado Corazón), Paulina (Sor Inés de Jesús), Leonia (Sor Francisca Teresa), Celina (Sor Genoveva de la Santa Faz), y en el centro Teresa (Santa Teresita del Niño Jesús, Sor Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz)

Oía decir con frecuencia que seguramente Paulina sería religiosa, y yo entonces, sin saber lo que era eso, pensaba: Yo también seré religiosa. Es éste uno de mis primeros recuerdos, y desde entonces ya nunca cambié de intención… Fuiste tú, Madre querida, (llama Madre a su hermana pues era la Superiora del Convento) la persona que Jesús escogió para desposarme con él; tú no estabas entonces a mi lado, pero ya se había creado un lazo entre nuestras almas… Tú eras mi ideal, yo quería parecerme a ti, y tu ejemplo fue lo que me arrastró, desde los dos años de edad, hacia el Esposo de las vírgenes[1].

 

Dios hace lo que quiere y atrae las almas hacia sí del modo en que quiere y cuando quiere: ¿quién es uno para decirle a Dios cómo hacer las cosas? ¿Acaso no puede conquistar para la vida consagrada a varones y mujeres con los lazos que a Él se le antojan? San Pío de Pietralcina quiso ser capuchino porque le gustaba la barba… ¿y entonces?… ¿por qué uno no puede querer ser sacerdote o religioso simplemente para imitar a sus hermanos mayores? ¿Qué hay de malo en eso?

Debemos decirlo claramente: sí, somos muchos religiosos en mi familia porque nos fuimos imitando unos a otros. Dios así nos iba atrayendo y familiarizando con Él. Para nosotros ser religioso o sacerdote no era cosa de otro mundo: era algo de todos los días. Hemos mamado nuestra vocación. Nadie nos la impuso. Así como Andrés llevó a Pedro al Señor y éste le dio la vocación, así sucedió con nosotros: uno llevó al otro.

*    *    *

Dios hace lo que quiere.

Él hace –hablando mal y pronto– lo que se le canta la gana, y por eso hace brotar muchas vocaciones de una misma familia. Las vocaciones son siempre y siempre, un regalo de Dios: ni la oración nos hace merecerlas… una vocación sobrepasa todo derecho. De aquí que cuando surge una vocación no es sino porque a Dios “se le cantó la gana”. Dios elige y elige al que Él quiere.

¿Por qué eligió a un Mateo, a un Pablo? ¿No era mejor y más conveniente haber elegido a un Lázaro o a un Gamaliel? Sencillamente: así a Él se le antojó. ¿Qué otra razón podríamos lucubrar? No queramos nosotros dar a Dios un consejo, que nada tenemos que aconsejarle. Él no necesita nuestro parecer.

Aquellos que se escandalizan al ver tantas vocaciones salidas de una misma familia, son los que pretenden dar a Dios un consejo: “deberías haberlas distribuido más convenientemente”… “Tú no puedes llamar a miembros de una misma familia”.

Ante semejante misterio y dignidad, quedémonos boca abiertos… y sigamos aquello que es su voluntad.

 

Bernardo Ma. Ibarra

13 de febrero del 2017

[1] Historia de un alma. Cap. 1.

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Comments 7

  1. Avatar Diana Peregrina says:

    Una inmensa bendición para toda la familia oremos para que hayan muchos mas 🙏🙏🙏

  2. Avatar Carmen JR says:

    ¡Qué lindo! Muchas gracias por compartir, me quedo con “Dios elige y elige al que Él quiere”. Cuán grande es nuestro Dios que nos llama a cada uno en la vocación en la que vamos a amarlo cada vez más y más. Ojalá en algún momento en mi familia haya sacerdotes y religiosas, es un anhelo muy profundo 🙂

    • Avatar Cony says:

      Creo que cuando hay un buen ejemplo en casa de ahí surgen personas buenas y familias santas
      Lo mismo que en las familias de alcohólicos o ladrones o violadores eso mismo va a nacer en la familia porque fue lo que les están enseñando, pero el Señor con su gracia ayudará a que de ahí también salgan buenas personas, hagamos oración por ellos

  3. Avatar PB says:

    Lloré 😭 de tan bonito texto

    • Que hermoso, Dios sabe elegir..
      NO IMPORTA LA CANTIDAD, SI NO LA CALIDAD,en esto de la vocación.
      La Vírgen María, ayude a tantas vocaciones,de todo tipo…
      “Hay distintas maneras de ser luz del mundo,y sal …
      Una vez leí…no me acuerdo,quien lo escribió.
      UN BOSQUE NO SÓLO ESTA FORMADO DE GRANDES Y HERMOSOS ARBOLES,también hay,flores,yuyitos, y así.
      Dios,todo lo sabe, todo lo ve…gracias hermosa meditación

  4. Avatar Cynthia Muñoz says:

    Qué gran bendición la de toda tu familia!!! La Gloria es de Jesucristo!!!Que el Señor siga dándonos a nuestra Iglesia abundantes familias donde se siembre la semilla de la vocación sacerdotal.

  5. Avatar Nelly Rochel says:

    Que valentía para expresar y defender la vocación. Bendita familia, que bello!. El mundo quiere explicar lo que no puede, ya que son las razones de Dios. Pero es curioso cuando en una misma familia todos son Docentes, dentistas o licenciados y están orgullosos de ello, incluso motivan a los jóvenes a estudiar lo mismo que el papá o un hermano. Pero en las cosas de Dios, queremos buscar una explicación. Muchas gracias porque hoy aprendí algo nuevo.

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