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Manteniendo mis propósitos: ¡de la oración a la acción! – San Francisco de Sales

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Compartimos un texto de la Introducción a la vida devota de san Francisco de Sales, en la que el Santo nos ofrece ALGUNOS AVISOS ÚTILES SOBRE LA MEDITACIÓN

Conviene, sobre todo, Fílotea, que, al salir de la meditación conserves las resoluciones y los propósitos que hubieres hecho para practicarlos con diligencia durante el día. Este es el gran fruto de la meditación, sin el cual, ésta es, con frecuencia, no sólo inútil sino perjudicial, porque las virtudes meditadas y no practicadas hinchan y envalentonan el espíritu, pues nos hacen creer que somos en realidad, lo que hemos resuelto ser, lo cual es, ciertamente, verdad cuando las resoluciones son vivas y sólidas; pero no lo son, sino que, al contrario, son vanas y peligrosas, cuando no se practican. Conviene, pues, por todos los medios, esforzarse en practicarlas y buscar las ocasiones de ello, grandes o pequeñas. Por ejemplo, si he resuelto ganar con la dulzura a los que me han ofendido, procuraré, durante el día, encontrarlos, para saludarlos con amabilidad, y, si no puedo encontrarlos, hablaré bien de ellos y los encomendaré a Dios.

Al salir de esta oración afectiva, has de tener cuidado de no sacudir tu corazón, para que no derrame el bálsamo que la oración ha vertido en él; quiero decir que hay que guardar, por espacio de algún tiempo, el silencio y transportar suavemente el corazón, de la oración a las ocupaciones, conservando, todo el tiempo que sea posible, el sentimiento y los afectos concebidos. El hombre que recibe en un recipiente de hermosa porcelana un licor de mucho precio, para llevarlo a su casa, anda con mucho tiento, sin mirar a los lados, sino que ora mira enfrente, para no tropezar contra alguna piedra, ora el recipiente, para evitar que se derrame. Lo mismo has de hacer tú, al salir de la meditación: no te distraigas enseguida, sino mira sencillamente delante de ti, pero, si encuentras alguno, con el cual hayas de hablar o al que hayas de escuchar, hazlo, pues no queda otro remedio, pero de manera que tengas siempre la mirada puesta en tu corazón, para que el licor de la santa oración no se derrame más de lo que sea imprescindible.

También conviene que te acostumbres a saber pasar de la oración a toda clase de acciones, que tu oficio o profesión, justa y legítimamente, requieran, por más que parezcan muy ajenas a los afectos que hemos concebido en la oración. Por ejemplo: un abogado ha de saber pasar de la oración a los pleitos; un comerciante, al tráfico; la mujer casada, a las obligaciones de su estado y a las ocupaciones del hogar, con tanta dulzura y tranquilidad, que no, por ello, se turbe su espíritu, pues ambas cosas son según la voluntad de Dios y en ambas hay que pensar con espíritu de humildad y devoción.

Te ocurrirá, alguna vez, que, inmediatamente después de la preparación, tu afecto se sentirá en seguida movido hacia Dios. Entonces, Filotea, conviene darle rienda suelta, sin empeñarte en querer seguir el método que te he dado; porque, si bien, por lo regular, la consideración ha de preceder a los afectos y a las resoluciones, cuando, empero, el Espíritu Santo te da los afectos antes de la consideración, no has de detenerte en ésta quieras o no, pues su fin no es otro que mover los afectos. En una palabra, siempre que se despierten en ti los afectos, debes admitirlos y hacerles lugar, ya sea antes ya después de todas las consideraciones. Y, aunque yo he puesto los afectos después de todas las consideraciones, lo he hecho únicamente para distinguir bien las diferentes partes de la oración; por otra parte, es una regla general que nunca hay que cohibir los afectos, sino que es menester dejar que se expansionen los que se presentan. Digo esto no sólo con respecto a los demás afectos, sino también con respecto a la acción de gracias, al ofrecimiento ya la plegaria, que pueden hacerse entre las consideraciones, y que no se han de contener más que los otros afectos, si bien, después, al terminar la meditación, conviene repetirlos y continuarlos. Pero, en cuanto a las resoluciones es menester hacerlas después de los afectos y al fin de toda la meditación, antes de la conclusión, pues, como quiera que las resoluciones traen a nuestra imaginación objetos concretos y de orden familiar, nos pondrían en el peligro de distraernos, si se hiciesen en medio de los afectos.

Entre los afectos y las resoluciones, es bueno emplear el coloquio, y hablar ora a Dios, ora a los ángeles, ora a las personas que aparecen en los misterios, a los santos y a sí mismo, al propio corazón, a los pecadores, como vemos que lo hizo David en los Salmos, y otros santos, en sus meditaciones y oraciones.

San Francisco de Sales, “Introducción a la vida devota”

(Segunda parte, cap.VIII)

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Comments 9

  1. Ileana Ileana says:

    ¡Qué belleza de palabras y consejos prácticos precioso Equipo de Voz Católica y Ejercicios Espirituales! ¡Que el Espíritu Santo nos conceda la gracia, por intercesión de todos los Santos, de vivirlo así…, con entrega, pasito a paso… en nuestro día a día para bien nuestro y de nuestros hermanos!

  2. Avatar Mirta says:

    Gracias. Muy lindas frases para ponerlas en práctica para bien del alma. Bendiciones

  3. Avatar Alexandra Marín says:

    Gracias por compartir este texto de San Francisco de Sales muy buena enseñanza para nuestra meditación….. Bendiciones 🙏🙏

  4. Avatar Dulce María Andrade says:

    Gracias por estos textos de San Francisco de Sales nos enseña a saber hacer mejor nuestra meditación y los pasos que tenemos que seguir después Dios les bendiga🙏🙏

  5. Avatar Queri says:

    Agradezco el texto, es como si estuviera San Francisco sentado a mi lado para guardar el recogimiento mientras pueda, se nota que conocía el alma humana. Muchas gracias de nuevo

  6. Avatar Silvia Demaria says:

    Muy lindas palabras , ponerlas en práctica es dificil para mi , que hice retiros pero no de tanta profundidad como estos ejercicios ignacianos .
    Con la ayuda de Jesús.María y mi ángel de la guarda y mi buena predisposicion sumada a mi voluntad voy a lograr encontrar la paz paz que tanto quiero

  7. Avatar Doris Gaxiola says:

    Hermosas palabras y muy buenos consejos para no perder ese recogimiento despues de terminar la meditacion. En el dia a dia en nuestras actividades y compromisos que tenemos. Gracias. Bendiciones para todos.

  8. . Maria Vilca Figueredo . Maria Vilca Figueredo says:

    Gracias hermanos de Voz Católica por estos consejos, que me ayudan, para hacer mi Cuaresma.
    Ahora sé que tengo que orar y orar a Dios para aceptar su voluntad con un espíritu de humildad y devoción.
    Bendiciones 🇵🇪

  9. . Maria Vilca Figueredo . Maria Vilca Figueredo says:

    Gracias hermanos de Voz Católica por estos consejos, que me ayudan, para hacer mi Cuaresma.

    Ahora sé que tengo que orar y orar a Dios para aceptar su voluntad con un espíritu de humildad y devoción.
    Bendiciones 🇵🇪

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