COLABORAR

Search
Close this search box.

Más leído esta semana

Cuando llegué aquí a Estados Unidos, hace casi un mes, pensaba que algo de inglés sabía. Ahora que es estoy por irme me doy cuenta que sabia mucho menos de lo que creía. Así nos pasa con las cosas que pensamos que conocemos y conocemos poco, cuando las conocemos un poco más nos damos cuenta de cuan poco sabíamos.

De Dios santo Tomás nos dice que “es más lo que desconocemos que lo que lo conocemos”. Y cambiando lo que haya que cambiar de la obra más divina salida de las manos de Dios, de María Santísima podemos decir lo mismo, es más lo que lo que desconocemos que lo que conocemos por eso repetimos “de María Nunquam satis”, si, acerca de María nunca se predica, se estudia, se lee, se habla, etcétera, lo suficiente, siempre hay más.

Sigamos hablando del misterio de la maternidad divina, que es el centro, el núcleo de todos los demás misterios, el motivo por el cual Ella está rodeada de todas esas gracias singularísimas de parte de Dios.

Primero, digamos que María por ser Madre de Jesús, Madre de Dios se encuentra en el orden hipostático relativo. Explicamos, existe un orden de la naturaleza, de las cosas visibles, de la naturaleza humana, incluso de la angélica que no lo vemos, pero el orden natural de los animales, las plantas, todo lo que Dios ha creado naturalmente, directamente, bueno por encima está lo sobrenatural, el orden de lo sobrenatural que sobrepasa la naturaleza y la sobrepasa hasta tal punto que santo Tomás de Aquino va a decir que “un gramo de gracia, un poquito de gracia vale más que el universo entero” de ahí que tenemos primero que por supuesto morir ,antes que perder la gracia de Dios.

Por encima de ese orden está el orden de la Gloria, es la visión de Dios cara a cara donde están nuestros hermanos que ya están en el cielo, donde esperamos llegar a estar nosotros algún día.

Por encima de todos estos órdenes y muy por encima está el orden hipostático. La unión hipostática, la unión en la persona de Dios y hombre que se da en Jesucristo, la vemos en el video anterior, hablamos de la diferencia entre persona y naturaleza, bueno, ese orden directamente es un orden especialísimo una santidad inigualable, etc. Solamente le corresponde de manera directa a Jesucristo que es Dios y hombre, en esa unión. Ahora de manera relativa, por la relación estrechísima que hay de María con Jesús también María está allí. Por eso es que su dignidad supera al de todas las criaturas juntas, si, supera también la dignidad de María lo que implica el orden de la gracia, porque Ella está en un orden superior. La santidad de todos los ángeles y los santos juntos no hacen a la santidad de María, mucho más.

María también por ser la Madre de Jesús va a decir santo Tomás tiene una afinidad con Dios, un parentesco. Podemos entonces dividir entre las tres Divinas Personas la relación tan estrecha y especial que tiene María.

En cuanto al Padre tiene una semejanza singular ¿Por qué? Porque, así como el Padre Abba Eterno desde toda la Eternidad engendró a su Hijo, María lo engendró en el tiempo. Así como el Padre le dio de su sustancia divina, así María le dio de su sustancia humana y podríamos seguir.

Por eso hermosamente dice san Anselmo “El Padre y la Virgen tuvieron naturalmente un mismo Hijo común”. De ahí también que María sea la hija predilecta del Padre, la más amada de toda la Eternidad. María fue más amada que todas las demás criaturas juntas por la singular relación que tiene con el Padre por ser justamente la Madre de su Hijo etcétera .

Vamos ahora a la relación tan especial de María con Jesús. En primer lugar, hay consanguineidad y podemos decir que María es más Madre de Jesús que cualquier madre es de su hijo ¿Por qué? Porque toda Madre le da de su sustancia a su hijo, pero comparte también en esa tarea lo que le da el padre a su hijo. En el caso de María Ella puso todo humanamente para que Jesucristo sea engendrado, por eso es más Madre de Jesús que todas las demás madres de sus hijos. También hay una semejanza muy especial de Jesús y de María por lo que acabamos de decir y de hecho la Tradición habla de que físicamente había un parecido extraordinario entre Jesús y la Virgen. También María tiene una relación especial de dominio por ser la Madre de Cristo. La madre tiene sobre su hijo una especial…tiene dominio, o sea le debe obediencia, le debe respeto, le debe amor y cuanto más si ese hijo es el más bueno de todos como es el Señor.

Con respecto al Espíritu Santo María Santísima es templo o sagrario, así como todos por la gracia somos “templos del Espíritu Santo” como dice san Pablo, cuanto más la “Llena de gracia” además recordemos que el Espíritu Santo descendió a María Santísima y habitó, sí,  cuando fue engendrado Jesucristo, nueve meses Ella fue un sagrario viviente, María. También Ella justamente por ser la Madre de Jesús es también la Esposa inmaculada del Espíritu Santo.

Amemos y agradezcamos a María todo lo que ha hecho por nosotros porque al decirle que si al ángel, en ese “Fiat”, ese “Hágase” , Ella aceptó ser la Madre de Dios con todo lo que eso implicaba, con toda la dignidad, pero también aceptó todo el sufrimiento que iba a venir con eso. María nos amó allí, María no solamente hizo un acto de Amor a Dios, sino que a toda la creación, toda la creación esperaba a que Ella dijera que sí, nuestra redención dependía de ese si y de los sufrimientos que de ese si vendrían.

Y una manera hermosa de agradecerle a María esto es ser buenos hijos, es obedeciéndole a Ella a imitación de Jesús

Termino con unas palabras muy hermosas de san Luis María en “El Tratado de la Verdadera Devoción”. Jesucristo ha dado más gloria a Dios su Padre por la sumisión que ha tenido a sus Madre durante 30 años que la que le hubiera podido dar convirtiendo a toda la tierra por obra de las más grandes maravillas ¡Oh! ¡Cuán altamente se glorifica a Dios cuando para complacerle nos sometemos a María, a ejemplo de Jesucristo, nuestro único modelo”!

Nos ponemos entonces en manos de esta buena Madre como lo hizo Jesús y seamos así lo más parecidos a su Hijo, es una gracia que también le pedimos a Ella. Ave María Purísima, sin pecado concebida.

Seguir Leyendo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Social Share Buttons and Icons powered by Ultimatelysocial