Desde El Ángel de tu Hogar intentaremos desde las ciencias para la familia, brindar ciertos elementos educativos y estructurales, para que puedas educar a tus hijos en el camino hacia la felicidad.
Es evidente, pues, que la Trinidad no es tanto un misterio para nuestra mente –como si se tratase de un teorema intrincado–, cuanto, y mucho más, de un misterio para nuestro corazón (cf 1Jn 3, 20), puesto que es un misterio de amor. Y nunca entenderemos, no digo tanto la naturaleza ontológica de Dios, sino la razón por la que nos amó hasta tal punto que a nuestros ojos se identificó con el Amor mismo (cf. Jn 4,16)