Además de declararle, en su encíclica Divini Redemptoris, Protector de la Iglesia frente a los ataques del ateísmo comunista, Pío XI habló en diversas ocasiones
Sagrada Novena de la Purísima Concepción de Nuestra Señora de Luján Venerada en la milagrosa imagen de la Villa de Luján discurrida por los nueve