Oración inicial para todos los días
Dios Padre Todopoderoso, que por amor has enviado a tu Hijo al mundo, nacido en la fragilidad de nuestra naturaleza, para sanar la herida que dejó el pecado; nacido en la humildad y sencillez del pesebre de Belén; te pedimos en esta novena que nos concedas aquella humildad y sencillez que arrebatan el Reino de los cielos a quienes en la tierra las posean; la pureza de corazón, contra las torcidas intenciones; y la firme determinación de echar fuera de nosotros el pecado, para hacer lugar en nuestras almas al Divino Niño que desea morar y reinar en ellas para siempre. Junto con estas virtudes, te pedimos que nos concedas la gracia de…
(Cada uno pide con fe en su corazón la gracia que desea alcanzar)
…Si es para tu mayor gloria y salvación de mi alma.