Muchas personas, viendo lo confuso y peligroso de la situación que nos toca vivir, sea en el mundo o incluso en la misma Iglesia, donde parece que frecuentemente faltara la claridad y la voluntad para guiarla por la pura y simple ruta trazada por su celestial fundador, se interrogan acerca de la posibilidad de estar viviendo los momentos finales de la historia, y por reconocer las señales que deben producirse.
Meditación: “La humildad del pesebre”
La humildad es una virtud tan grande, tan necesaria y tan hermosa a la vez, que el Hijo de Dios se revistió de ella desde su entrada en este mundo hasta su salida mortal de él. Porque para nacer entre los hombres asumiendo la naturaleza humana eligió nacer en un pesebre, siendo Dios y Rey de reyes, rompiendo así desde el comienzo de su misión la lógica mundana.