SUFRIMIENTOS DE JESÚS RECIÉN ENCARNADO “No quisiste víctima ni oblación; pero me dotaste de un cuerpo humano” (Heb 10,50) Consideremos qué grande fué la amargura
Los niños nunca dejan de asombrarnos y más de una vez aprendemos de ellos, o más bien, Dios nos enseña usándolos a ellos ya que,