La Iglesia con el sencillo rito de las cenizas nos recuerda lo contrario al liberalismo y al comunismo; nos dice el hombre no es para la tierra sino para el cielo; que nuestra meta y paraíso no son de este mundo que en definitiva será cenizas. Aquí debe luchar el cristiano, si quiere ganarse el cielo, instaurando una política verdaderamente cristiana que reconozca los derechos reales de Cristo y de su Iglesia en la sociedad.
Transcribo, con ocasión del tiempo litúrgico en el que nos adentramos hoy, algunos fragmentos de las memorias de la hermana Lucia. En la obra se
Los acontecimientos de estas semanas nos exponen a opiniones encontradas, muchas veces confusas y contradictorias, es por ello que como católico debemos conocer los principios morales para poder juzgar la realidad de la mejor manera posible.