Meditación
Las llagas de Cristo resucitado
Mete aquí tu dedo, y mira mis manos, y da acá tu mano, y métela en mi costado; y no se incrédulo, sino fiel (Jn,
Mete aquí tu dedo, y mira mis manos, y da acá tu mano, y métela en mi costado; y no se incrédulo, sino fiel (Jn,