Método[1] más corto para celebrar la vida, muerte y gloria de Jesús y de María con la recitación del Santo Rosario y para disminuir las distracciones de la imaginación
para ello, hay que agregar después del nombre de JESÚS de cada Avemaría una palabrita que nos traiga a la memoria el misterio que se contempla en cada decena, en la siguiente forma, por ejemplo:
MISTERIOS GOZOSOS
En la primera decena: Jesús encarnado.
En la segunda decena: Jesús santificador.
En la tercera decena: Jesús niño pobre.
En la cuarta decena: Jesús sacrificado.
En la quinta decena: Jesús santo de los santos.
Al final se dice: –Gracias de los misterios gozosos, desciende a nuestras almas y hazlas verdaderamente santas. R/. Amén.
MISTERIOS DOLOROSOS
En la primera decena: Jesús agonizante.
En la segunda decena: Jesús azotado.
En la tercera decena: Jesús coronado de espinas.
En la cuarta decena: Jesús cargado con la cruz. En la quinta decena: Jesús Crucificado.
Al final se dice: –Gracias de los misterios dolorosos, desciende a nuestras almas y hazlas verdaderamente pacientes. R/. Amén.
MISTERIOS GLORIOSOS
En la primera decena : Jesús resucitado.
En la segunda decena: Jesús que sube al cielo.
En la tercera decena: Jesús que te envía la plenitud del Espíritu.
En la cuarta decena: Jesús que te resucita.
En la quinta decena: Jesús que te corona en el cielo.
Al final se dice: –Gracias de los misterios gloriosos, desciende a nuestras almas y hazlas eternamente bienaventuradas. R/.
Amén.
[1] Aquí está el Misionero, el hombre práctico, que ofrece estrategias para ayudar a rezar con atención ¡No las despreciemos!