3 de agosto – XVIII Domingo del Tiempo Ordinario – CICLO C

Domingo XVIII del Tiempo Ordinario
3 de agosto, 2025
CICLO C

Primera Lectura

PRIMERA LECTURA

¿Qué le reporta al hombre todo
su esfuerzo?

Lectura del libro del Eclesiastés 1, 2; 2, 21-23

¡Vanidad, pura vanidad!, dice el sabio Cohélet. ¡Vanidad,
pura vanidad! ¡Nada más que vanidad!

Porque un hombre que ha trabajado con sabiduría, con ciencia y
eficacia, tiene que dejar su parte a otro que no hizo ningún esfuerzo. También esto es vanidad
y una grave desgracia.

¿Qué le reporta al hombre todo su esfuerzo y todo lo que busca
afanosamente bajo el sol? Porque todos sus días son penosos, y su ocupación, un sufrimiento;
ni siquiera de noche descansa su corazón. También esto es vanidad.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 89, 3-6.
12-14. 17

R. ¡Tú has sido nuestro refugio, Señor!

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, 
con sólo
decirles: «Vuelvan, seres humanos». 
Porque mil años son ante tus
ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche. R.

Tú los arrebatas, y son como un sueño, 
como la hierba
que brota de mañana: 
por la mañana brota y florece,
y por la tarde se seca y
se marchita. R.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que nuestro
corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta
cuándo…? 
Ten compasión de tus servidores. R.

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra
vida.
Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; 
que el Señor, nuestro
Dios,
haga prosperar la obra de nuestras manos. R.

Segunda Lectura

SEGUNDA LECTURA

Busquen los bienes del cielo,
donde
está Cristo

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas 3, 1-5. 9-11

Hermanos:

Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde
Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no
en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con
Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es la esperanza de ustedes, entonces también
aparecerán ustedes con El, llenos de gloria.

Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria,
la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma
de idolatría. Tampoco se engañen los unos a los otros.

Porque ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus obras y se revistieron
del hombre nuevo, aquél que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente
según la imagen de su Creador. Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso,
bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en
todos.

Palabra de Dios.

Evangelio

Aleluia Mt 5, 3

Aleluia.

Felices los que tienen alma de pobres,
porque a ellos les pertenece el
Reino de los Cielos.

Aleluia.

EVANGELIO

¿Para quién será lo que
has amontonado?

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas
 12, 13-21

Uno de la multitud dijo al Señor: «Maestro, dile a mi hermano que
comparta conmigo la herencia».

Jesús le respondió: «Amigo, ¿quién me ha
constituido juez o árbitro entre ustedes?» Después les dijo: Cuídense de toda
avaricia, porque aun en medio de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus
riquezas».

Les dijo entonces una parábola: «Había un hombre rico,
cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo: “¿Qué voy a
hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha”. Después pensó: “Voy a hacer esto:
demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí
todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos
años; descansa, come, bebe y date buena vida”.

Pero Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para
quién será lo que has amontonado?”

Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a
los ojos de Dios».

Palabra del Señor.

Texto Litúrgico

Exégesis

Comentario teológico

Aplicación

Santos Padres

Ejemplos Predicables

Guión