(LifeSiteNews – Andreas Wailzer – 29/11/2024)
LONDRES – Con un resultado de 330 votos positivos contra 275 votos negativos, el Parlamento del Reino Unido avanzó en el controvertido proyecto de ley de muerte asistida «Proyecto de Ley de Adultos con Enfermedades Terminales (Fin de la Vida)» que permite a los médicos aplicar la eutanasia a sus pacientes bajo ciertas condiciones. Aun habrá una tercera votación.
El resultado de la votación no estaba claro de antemano, ya que el proyecto era muy controvertido y se enfrentaba a la oposición de todos los partidos. La votación se consideró una cuestión de conciencia, lo que significa que los diputados no debían votar de acuerdo con la posición de su partido. El ex líder conservador, Rishi Sunak, votó a favor de la medida, mientras que la nueva líder del Partido Conservador y jefa de la oposición, Kemi Badenoch, votó en contra.
El proyecto de ley, presentado por primera vez por la diputada laborista Kim Leadbeater, permite a los adultos a los que se calcula que les quedan menos de seis meses de vida la opción de suicidarse con la ayuda de médicos. Según la legislación propuesta, dos médicos y un juez deben aprobar cada caso.
El proyecto de ley pasará ahora a una tercera lectura, las fases de comisión e informe, en las que seguirá siendo examinado por la Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores. El proyecto de ley, con las posibles enmiendas que se añadan durante esta fase, será votado de nuevo por el Parlamento. Este proceso no comenzará antes de abril de 2025.
El Secretario de Sanidad, Wes Streeting, del gobernante Partido Laborista de izquierdas, dijo de antemano que votaría en contra del proyecto de ley porque la atención al final de la vida en el Reino Unido no era lo suficientemente formidable como para apoyarlo. Según el acta parlamentaria, el Primer Ministro Keir Starmer votó a favor del proyecto de ley.
Durante el debate previo a la votación, el diputado conservador Danny Kruger afirmó que es necesario proteger de la eutanasia a las personas privadas de derechos, y que el Parlamento debe ser su salvaguardia.
«Somos las personas que protegemos de cualquier daño a los más vulnerables de la sociedad y, sin embargo, estamos a punto de abandonar ese papel», declaró Kruger. «El Rubicón era un riachuelo muy pequeño, señor Presidente, pero al otro lado hay un mundo muy diferente, un mundo peor con una idea muy distinta del valor humano: la idea de que nuestro valor individual reside en nuestra utilidad, valiosos sólo mientras seamos útiles, no una carga, no un coste, no un estropicio».
Sir Edward Leigh, otro diputado conservador, dijo durante el debate: «Me ha impresionado mucho el comentario que se ha hecho antes… de que no podemos considerar esto sólo en términos de casos difíciles individuales, sino en términos de la sociedad en su conjunto. ¿Qué tipo de sociedad somos? ¿Somos una sociedad que ama la vida, que ama nuestro NHS (Servicio Nacional de Salud), que ama el cuidado, que ama el movimiento de los hospicios? ¿O somos una sociedad que cree que existe la desesperación? Así que votaré a favor de la esperanza, y en contra de este proyecto de ley».
La diputada laborista Florence Eshalomi también pronunció un apasionado discurso en contra de la legislación propuesta, demostrando así la oposición de todos los partidos. «En pocas palabras, señora vicepresidenta, deberíamos ayudar a las personas a vivir cómodamente y sin dolor, según sus propias condiciones, antes de pensar en facilitarles la muerte», afirmó Eshalomi.
El obispo católico John Sherrington, obispo responsable de cuestiones relacionadas con la vida de los obispos católicos de Inglaterra y Gales, respondió a la votación afirmando que el proyecto de ley es «defectuoso por principio» y que los católicos deben rezar para que los diputados acaben rechazándolo.
«Nos decepciona que los diputados hayan votado a favor de un proyecto de ley para finalizar con la vida de los enfermos terminales. Creemos que este proyecto de ley es defectuoso por principio y también contiene cláusulas particulares que son motivo de preocupación. Pedimos a la comunidad católica que rece para que los parlamentarios tengan la sabiduría de rechazar este proyecto de ley en una fase posterior de su tramitación.
Además de oponernos al principio del suicidio asistido, nos preocupan especialmente las cláusulas del proyecto de ley que impiden a los médicos ejercer adecuadamente la objeción de conciencia, proporcionan una protección inadecuada a los hospicios y residencias de ancianos que no desean participar en el suicidio asistido, y permiten a los médicos iniciar conversaciones sobre el suicidio asistido. Pedimos que estas voces sean escuchadas en las próximas etapas del proyecto de ley para reforzar las profundas preocupaciones sobre esta legislación propuesta.
Hemos expresado la opinión, durante este debate, de que la compasión genuina implica caminar con aquellos que necesitan cuidados, especialmente durante la enfermedad, la discapacidad y la vejez. La vocación de cuidar está en el corazón de la vida de tantas personas que cuidan de sus seres queridos y es el signo de una sociedad verdaderamente compasiva. Es esencial que alimentemos y renovemos la llamada innata que muchas personas tienen a cuidar compasivamente de los demás.
Sigue siendo cierto que mejorar la calidad y disponibilidad de los cuidados paliativos ofrece la mejor vía para reducir el sufrimiento al final de la vida. Seguiremos abogando por ello y apoyando a quienes trabajan incansablemente para atender a los moribundos en nuestros hospicios, hospitales y residencias».
Comentarios 1
Padre nuestro estamos en tus manos y no en la de los hombres. Tú eres la vida.
Ruego a Dios para que se tome conciencia en esos corazones que aún no le conocen.