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[Giuliano Guzzo – www.iltimone.org – 5/4/2024]
La historia del mundo abortista, como es bien sabido, está literalmente plagada de conversiones. De hecho, desde el Dr. Bernard Nathanson -el médico que practicó por su propia mano miles de abortos antes de cambiar de rumbo y dedicarse a la causa provida- hasta Abby Johnson -la estrella ascendente del gigante abortista Planned Parenthood que cambió radicalmente de opinión tras presenciar un aborto en una ecografía-, las historias por contar son tantas que no es fácil determinar por dónde empezar. Sin embargo, cada historia es diferente y merece atención. Sobre todomerecen atención historias como la de Kristin Turner .
Con apenas 22 años, esta joven tiene ya un pasado abortista considerable. De hecho, no sólo apoyaba el aborto, sino que ya había abortado e incluso llegó a dar discursos sobre el tema explicando “por qué el aborto es bueno para la sociedad“. Sin embargo, después de reflexionar sobre los derechos humanos, cambió de opinión y se convirtió en provida convencida, hasta el punto de que fue citada en repetidas ocasiones nada menos que por el New York Times como ejemplo concreto y brillante de la “generación provida”, cuyas batallas prepararon el terreno cultural para que el Tribunal Supremo anulara el caso Roe vs Wade.
En este sentido, cabe recordar cómo il Timone -justo después de la sentencia nº. 597 del 24 de junio de 2022, que dictaminó que el aborto no es un derecho constitucional, haciendo añicos la América de Joe Biden- dedicó un artículo especial a la “generación provida”, que reunió a aquellas voces femeninas emergentes a nivel internacional (desde Julie Slama, la senadora más joven de Nebraska, hasta Obianuju Ekeocha, activista provida de origen africano), cuyo compromiso da fe de cómo la causa provida tiene garantizada su promoción incluso entre los más jóvenes.
Sin duda, va también en esta dirección el compromiso de Aliette Espieux, de 22 años, la joven portavoz oficial de la Marcha por la Vida francesa, que ahora está en primera línea para denunciar -como ha hecho escribiendo de su puño y letra una colaboración este mes en il Timone– la vergüenza del aborto que su país, Francia, ha querido incluir en su Constitución.
Pero volvamos a Turner, ya que, ojo, la conversión respecto de la causa provida no es más que la primera conversión experimentada por esta joven. Sí, hay una segunda, en realidad, aún más importante: la que la llevó a hacerse católica.
De hecho , fue ella misma, en mayo del año pasado, quien había hecho saber en su cuenta de Twitter/X que quería entrar en la Iglesia, presentando este pasaje como una especie de meta inevitable del corazón: “Hay un espacio para Dios en mi corazón. Lo intenté todo para llenarlo de otra manera, pero no pude hacerlo. Lo necesito tanto como Él a mí“. También en Twitter/X, apareció un breve vídeo de su bautismo, que tuvo lugar recientemente en Pascua. Muestra el rostro radiante de una joven que ha encontrado lo que siempre había buscado. Y que ahora está más preparada que nunca para librar el buen combate.
