Novena de entronización y consagración al Sagrado Corazón de Jesús (para hacerla o renovarla).
Como les habíamos avisado, por gracia de Dios, comenzamos mañana 2 de junio la novena de entronización y consagración al Sagrado Corazón de Jesús (para hacerla o renovarla).
Para concluir el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús presentamos un video sobre los milagros eucarísticos y el Sagrado Corazón de Jesús, Contemplar la
¡Oh Corazón de Jesús!,
Tú manifestaste el deseo de reinar en las familias cristianas;
Hoy venimos a proclamar tu absoluto dominio sobre la nuestra.
Queremos vivir, de hoy en adelante, de tu misma vida,
y desterrar lejos de nosotros el espíritu mundano que Tú condenaste.
Queremos que reines en nuestros entendimientos por la sencillez de nuestra fe, y en nuestros corazones por tu amor, los cuales arderán para Ti procurando mantener vivo este amor con la frecuente comunión de tu Cuerpo y Sangre.
Dígnate ¡oh Corazón de Cristo! Presidir nuestras reuniones,
bendecir nuestras empresas espirituales y temporales,
apartar de nosotros los vanos cuidados,
santificar nuestras alegrías y consolar nuestras penas.
Danos un corazón manso y humilde como el tuyo,
para que reine la paz en nuestro hogar.
Si alguna vez alguno de nosotros tiene la triste desgracia de ofenderte, recuérdale ¡oh Corazón de Jesús!, que eres bueno y misericordioso con los corazones arrepentidos.
Y cuando llegue la hora de la separación, cuando venga la muerte a sembrar el luto en medio de nosotros, que todos, tanto los que se vayan como los que se queden, estemos conformes confiando en tus bondadosos designios.
Nos consolará saber que llegará un día en que toda la familia, reunida en el cielo, podrá cantar eternamente tu bondad y misericordia con nosotros.
Te ofrecemos esta consagración por medio del Corazón Inmaculado de María. Que el Glorioso Patriarca San José se encargue de recordárnosla todos los días de nuestras vidas. Amén.
V Sagrado Corazón de Jesús.
R En Vos confío
V Dulce Corazón de María.
R Sed la salvación del alma mía.
V San José.
R Ruega por nosotros.
Unos años después de las apariciones en Fátima, el 10 de diciembre de 1925 en Pontevedra, España, se apareció la Virgen con el Niño a la hermana Lucía y le reveló este mensaje:
«Mira, hija mía, mi Corazón cercado de espinas que los hombres ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, procura consolarme y de que todos aquellos que durante cinco meses, en el Primer sábado se confiesen, reciban la Santa Comunión, recen la tercera parte del Rosario y me hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 misterios del Rosario, con el fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para la salvación de sus almas».
Esta gran gracia nos muestra el gran poder de intercesión que Dios ha otorgado a la Santísima Virgen para la salvación de las almas.
En Paray le Monial se le aparece Nuestro Señor Jesucristo a Santa Margarita revelándole la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
*MATERIAL PARA LA CONSAGRACIÓN* PDF de la preparación Audio de la preparación Ir a descargar Letanías para consolar al Sagrado Corazón Ir a descargar *NOTA:*
El culto al Sagrado Corazón de Jesús es ante todo personal, ya que ha venido a “reinar sobre los corazones”, y el corazón es algo propio de cada uno. El culto es de adoración, de consagración y de imitación.
El culto de adoración se da especialmente en la Santa Misa, en la Comunión, en las visitas al Santísimo y en la oración.
Medios para vencer los obstáculos
Después de hablar de todo aquello que es obstáculo para esta devoción, vemos que, si no estamos continuamente en vela y preparados para el combate, muy pronto el enemigo se hará dueño de nuestro corazón. Estos son los medios que Jesucristo mismo nos asegura que son los más idóneos para disminuir o destruir el amor propio y la soberbia oculta:
Los impedimentos que estorban los frutos de esta devoción pueden reducirse a cuatro: una gran tibieza, un gran amor propio, una soberbia secreta y unas ciertas pasiones que no se han mortificado desde el principio de la conversión.