En este tercer día de preparación para la Consagración, meditaremos sobre esa consoladora verdad de que María sigue siendo en el cielo tan madre de Jesús como lo fue en la tierra y cómo necesitamos de Ella para nuestra salvación y santidad.
En este segundo día de preparación para la Consagración, meditaremos sobre cómo Dios ha querido servirse de María en la Encarnación y quiere también servirse de Ella para la santificación de las almas.
Comenzamos con la preparación para la consagración o renovación de la consagración a la santísima Virgen María que la realizaremos el 30 de Mayo.
¡Llegó mayo! Y no queríamos dejar pasar esta oportunidad sin ofrecer una vez más el material para que puedan hacer (o renovar) la Consagración a la Virgen María según el espíritu y método de san Luis María Grignion de Montfort.
Por eso no es aventurado pensar que, si conociésemos más a Dios, lo amaríamos más, e incluso llegaríamos a las locuras de amor de los santos….
En este episodio de Firmes en la fe el P. Gabriel Zapata, nos habla del gran regalo que es la Misericordia Divina y de la fiesta instituida en su honor.
Piadosísimo Jesús, que eres la Piedad misma. Traigo hoy al seno de Tu Compasivo Corazón a las almas enfermas de tibieza. Que el puro amor que Te inflama encienda en ellas, de nuevo, la llama de tu amor, y no vuelva el peso muerto de su indiferencia a abrumante con su carga.
Misericordiosísimo Jesús, que exclamaste ¡misericordia!, introduzco ahora en el seno de Tu Corazón desbordante de misericordia las almas del purgatorio, almas que tanto aprecias pero que, no obstante, han de pagar su culpa
Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón es el Amor mismo, recibe en Tu Corazón piadosísimo las almas de aquellos que de una manera especial alaban y honran la grandeza de Tu misericordia. Son poderosas con el poder de Dios mismo.
Misericordiosísimo Jesús que dijiste: “aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón”, acoge en Tu Corazón desbordante de piedad a todas las almas mansas y humildes, y las de los niños pequeños. Estas almas son la delicia de las regiones celestiales y las preferidas del Padre Eterno, pues se recrea en ellas muy particularmente