Dice San León que Jesucristo, con su muerte, nos acarreó mayores bienes que males nos acarreara el demonio con el pecado, con lo que declaraba lo que ya había dicho...
David depositaba toda su confianza en el futuro Redentor, y exclamaba: En tus manos mi espíritu encomiendo; me librarás; Señor, Dios de verdad . ¡Con cuánta mayor razón habremos nosotros...
El alma tibia tiene dos quereres opuestos, uno bueno y otro malo, que luchan entre sí. Por una parte desea su salvación, por lo que trata de evitar los pecados...
He aquí la razón. El amor, en expresión de San Dionisio, siempre aspira y tiende a la unión, y, como dice Santo Tomás, «los amigos que se aman de corazón...
Sabiendo Jesús que era llegada su hora de pasar de este mundo al Padre, como hubiese amado a los suyos, los amó hasta el extremo . Sabiendo nuestro amantísimo Salvador...