

Otra objeción: la vida interior es egoísta – Juan Bautista Chautard
Prescindamos de los perezosos y de los sibaritas espirituales, para quienes la vida interior no es más que una agradable ociosidad, en la que buscan
Prescindamos de los perezosos y de los sibaritas espirituales, para quienes la vida interior no es más que una agradable ociosidad, en la que buscan
Respuesta a la primera objeción: Este libro no va dirigido a aquellos ilusos apóstoles que rinden culto al reposo y a la ociosidad, y se
La escena que voy a contar se sitúa en 1943. Era la época en que las restricciones alcanzaban su plenitud, o mejor, su vacío. Se
San Benito «vivía consigo mismo», nos dice S. Gregorio el Grande, mientras en Subiaco daba principio a su Regla, que tanto bien ha hecho en
El alma tibia tiene dos quereres opuestos, uno bueno y otro malo, que luchan entre sí. Por una parte desea su salvación, por lo que
Cuando utilizo las expresiones vida de oración, contemplación, vida contemplativa, quiero dar a entender la vida interior normal y asequible a todos, y no los
¿Qué sería del mundo si llegase a verse privado del sol? ¡Ay! No habría en él más que tinieblas, espanto, esterilidad, miseria horrible. Y ¿qué
Algunos de los escritores modernos más inteligentes tienen una estrecha costumbre contra la cual quisiera protestar. Consiste en negarse totalmente a expresar la opinión de
La ciencia puede enorgullecerse con razón de sus grandes adelantos. Pero una cosa le ha sido hasta hoy y le será siempre imposible, a saber:
¿Te admirarás acaso al oírme decir que la Santa Misa es una obra asombrosa? ¡Ah! ¿Tan poca cosa es a tus ojos la maravilla que