lLa verdad que es mucho lo que debemos agradecer a Dios y a la Virgen. Particularmente por el gran don del sacerdocio y de la vida religiosa en nuestra querida Congregación. Yo agradezco haber podido festejar otro año un aniversario sacerdotal en la misión, lo que considero una gracia inmensa. Gracia de Dios, concedida por medio de nuestro Instituto.

¡Qué más puedo pedir de estos 19 años de cura! Este día ha sido un fiel reflejo de lo que es nuestra vida… así como si nada, en un día he podido dar cinco sacramentos. He podido misionar. Ir “por todo el mundo” y predicar el evangelio, anunciando la Buena Nueva a los pobres.
Doy mil gracias, una y otra vez por tantos bienes con los que Dios nos colma, y tantos tiernos cuidados de la Virgen. Doy mil gracias por mi familia, mi mamá y mis hermanos, y mil gracias por todos los hermanos y hermanas en la Congre. Les pido que recen para que seamos fieles. Cada día que pasa es un combate. La misión nos pide cada día más, y una nueva entrega al levantarnos. Nuestra debilidad es grande, y el enemigo lo sabe. Pero por gracia de Dios, y gracias a tantos que nos están sosteniendo… seguimos adelante. ¡No dejen de rezar por nosotros por favor!
La misión tiene muchos desafíos, la santidad es un desafío. Vencernos a nosotros mismos, y no hacer sufrir tanto a los otros con nuestros defectos.
¡Mil gracias!
¡Firmes en la brecha!
P. Diego Cano IVE – Tanzania




