Comunismo Chino: 100 años de aberraciones

Muchos, demasiados en mi opinión, han celebrado el pasado mes de julio, un siglo de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh), inclusive varios lideres occidentales han enviado sus saludos a Pekín, y hasta han participado con sendos discursos de una cumbre mundial organizado por el PCCh (como el del presidente Alberto Fernández de Argentina o el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, entre otros).

“Buscar la felicidad para los pueblos: responsabilidades de los partidos políticos”[1] era el lema mentiroso del evento comunista. Digo “lema mentiroso” y digo bien, porque, aunque el comunismo siempre ha prometido un paraíso de felicidad, en ningún lugar como en China se ha mostrado tan asesino y destructor del hombre. Yo no entiendo y no puedo entender, como el mundo y la prensa pueden proponerse festejar el nacimiento de un monstro que ostenta el ridículo record mundial de victimas: ningún régimen conocido en la historia del hombre ha devorado tantas vidas cuanto el Régimen Rojo de Pekín[2]. Festejar el aniversario del PCCH, como lo han hecho varios de nuestros lideres mundiales, es peor que preparar un pastel y cantar el “feliz cumpleaños” en honor a Hitler. Basta pensar que, si Adolf Hitler fue cruel y despreciable con sus victimas, mucho mas cruel y despreciable es la maquina comunista que causó una muerte infame para aproximadamente 45 millones de chinos que murieron de hambre o suicidios durante “El gran paso adelante”de Mao, según nos dice el historiador y sinólogo alemán Frank Dikötter[3]. Según algunos estudios, el PCCH no solo tiene el record mundial de muertes sino también la deshonra de haber cometido la mayor hambruna en la historia del mundo[4]. ¿Qué alguien me explique como es posible que lideres y presidentes del mundo puedan festejar el nacimiento de semejante catástrofe sin despertar repudio y condena publica? Yo sigo sin entender, y es que estos señores festejan 100 años del PCCh, que ante el fracaso del “Gran paso adelante”,implementó de la mano de Mao “La Revolución Cultural” en la que todo el patrimonio cultural chino de 5000 años de antigüedad, juntamente con la elite académica e intelectual, fueron blanco del ataque para crear una “nueva China”: las purgas políticas, el exilio, las ejecuciones y el trabajo forzado para millones de personas, que fueron enviadas a granjas especiales para su “reeducación”, dejaron un saldo de muertos del que a ciencia cierta se ignora el numero, pudiendo variar entre 1 y 20 millones[5] de victimas… Bonita manera y bonito método de buscar la felicidad para los pueblos como lee el lema mentiroso de la cumbre comunista.

Pero ¿que decir de la actual China, que los medios tanto exaltan como modelo mundial en la lucha contra la pobreza y el Covid? Esta China moderna, este monstro comunista, ha aplicado a la perfección la lección de Deng Xiaoping, puesto que, sin perder su ser primero, tiránico y asesino, ha sabido adaptarse al “mundo del capital”: “No importa si el gato es negro o blanco, mientras pueda cazar ratones es un buen gato”. Testigo de que no perdió su ser primero, son los crimines de la Plaza de Tiananmén de 1989, el súper control tecnológico del “Social Credit”, la aberrante política del control de natalidad, la persecución religiosa cada vez mas agresiva (particularmente hacia la Iglesia Católica) y un largo etc, que nos muestra muy bien que el gato comunista chino continúa cazando ratones, libertades y vidas humanas.

Yo sigo sin entender la absurda celebración y el silencio mediático ante los crímenes de Pekín pero confieso que este monstruo o gato o como quiera llamársele al Comunismo Chino como superación de Capitalismo y Comunismo solo me trae a la memoria las palabras del Padre Castellani que ya en la década del 60 comentando el libro del Apocalipsis decía:

“El Capitalismo y el Comunismo, tan diversos como parecen, coinciden en su fondo, digamos, en su núcleo místico: ambos buscan el Paraíso Terrenal por medio de la Técnica; y su mística es un mesianismo tecnólatra y antropólatra, cuya difusión vemos hoy día por todos lados, y cuya dirección es la deificación del hombre; la cual un día se encarnará en Un Hombre [el Anticristo]… En el Boletín del Canadian Intelligence Service de enero de 1963 podemos ver el poder que tienen los One-Worlders o partidarios de la unificación del mundo bajo un solo Imperio. Propician la amalgama del Capitalismo y el Comunismo, que será justamente la hazaña del Anticristo”[6]

Dios salve a la Iglesia en China y nos libre del comunismo y de los polítiqueros, que además de mandar saludos en lugar de pesares, como debían, trabajan activamente por instalar una sociedad según el modelo del Gato de Deng Xiaoping.

[1]Ministry of Foreign affairs of the People’s Republic of China:  https://www.fmprc.gov.cn/esp/zxxx/t1890933.shtml

[2] Massimo Introvigne, Should we congratulate the Chinese Communist Party for killing more human beings than anybody else in history?, BITTER WINTER, A MAGAZINE ON RELIGIOUS LIBERTY AND HUMAN RIGHTS, https://bitterwinter.org/ccp-100th-anniversary-of-the-party-who-killed-50-million/

[3] Frank Dikötter, Mao’s Great Famine: The History of China’s Most Devastating Catastrophe, 1958–62, New York 2010.

[4] “The largest famine in human history occurred in China in modern times and passed almost unrecognized by the outside world”. Basil Ashton, Kenneth Hill, Alan Piazza and Robin Zeitz, Famine in China, 1958-61,  Population and Development Review Vol. 10, No. 4 (Dec., 1984), pp. 644

[5] Valerie Strauss, How many died? New Evidence suggest far higher numbers for the victims of Mao Zedong’s era, Washington Post, July 17,1994.

[6] L. Castellani, El Apocalipsis de San Juan, Buenos Aires 1963, 155.