📖 Ediciones Voz Católica

Más leído esta semana

Por algunas opiniones que se han escuchado estos últimos días Ricardo nos preguntaba si el demonio es un ser personal, o es una figura, o una fuerza con la cual nosotros representamos al mal y no por supuesto como opinaba tambien él en la misma pregunta, el demonio es un ser personal. Dios creó antes de crear al hombre, creó a los ángeles, seres espirituales más perfectos que los hombres con inteligencia y con voluntad, los creó en gracia, es decir en amistad con Él, pero los puso a prueba ¿y la prueba cual era? si aceptaban o no en definitiva, que Dios era Dios y ellos no, si aceptaban el plan de Dios.

YouTube player

Bueno el demonio, satanás y sus ángeles, no es uno sólo entonces son muchos, no aceptaron el plan de Dios. Y entonces estamos hablando de seres espirituales, inteligentes, con voluntad. Cuando hablábamos nosotros en otros videos de las tentaciones que vienen por el lado del demonio, del demonio como un enemigo del alma, cuando hablábamos del discernimiento de espíritu, como nos decía san Ignacio en los Ejercicios Espirituales siempre hablamos del demonio como un ser personal, inteligente, es más uno no puede leer el Evangelio sin notar lo que estamos diciendo, es evidente que no se trata de una figuración del mal o una fuerza, son seres espirituales con inteligentes con voluntad. Sucede que quien opina esto, por lo general también opina que el demonio es solamente algo figurado, opina también que los Evangelios son dudosos que no sabe si realmente Cristo dijo lo que dijo o no, bueno la Palabra de Dios también se nos cae en ese sentido, no están creyendo que la Palabra de Dios es Palabra de Dios.

Vamos a decir nosotros además de esto que tenemos que tener claro de donde viene la fe que tenemos, porque Ricardo me pregunta mi opinión, y obviamente no es mía, lo que nosotros tratamos de transmitir siempre es lo que nos enseña nuestra Madre la Iglesia, las tres fuentes de la Revelación que tenemos la Palabra de Dios escrita, La Biblia, la Sagrada Escritura; la Palabra de Dios oral, la Tradición de la Iglesia, no todo lo que Cristo hizo y dijo está en la Palabra de Dios, la misma Palabra de Dios nos lo dice, se han transmitido verdades entonces, de se los llama Padres de la Iglesia, de unos Padres de la Iglesia a otros Padres de la Iglesia, bueno esa es también la fuente de la Revelación, la Tradición; y por último el Magisterio de la Iglesia especialmente cuando el Papa proclama alguna verdad de fe o moral ex cathedra que se llama, es decir de manera definitiva o cuando el Magisterio ordinario de la Iglesia, es decir cuando el Papa habla en las Encíclicas se ha dicho de manera repetida, durante muchos años, o el mismo Sumo Pontífice lo expresa de una manera definitiva, bueno no vamos a dar una clase tan detallada de esto, pero si tenemos que saber que nuestra fe está bien cimentada no en opiniones humanas, sino que en lo que Dios ha revelado, en lo que Dios nos ha mostrado, en lo que Dios nos ha enseñado, allí nos tenemos que afirmar y tenemos entonces el Catecismo de la Iglesia y si uno escucha algo raro, aunque a veces lamentablemente podemos escucharlo hasta en algún sermón de una Misa, uno puede corroborar, no por estar desconfiando, sino simplemente porque hoy en día lamentablemente se escuchan voces por todos lados que no siempre son las voces del Espíritu Santo porque no es lo que Dios nos ha revelado.

Tenemos que tener esa alegría también de que no puedo yo opinar algo que otro católico opine distinto, alguno de los dos se equivoca y no porque uno tenga razón por que sea más inteligente, es porque tenemos la  fuente de la Verdad que es Dios, que se ha revelado, que nos ha trasmitido que es y que quiere para nosotros, voy a terminar con un texto del libro de la Sabiduría capítulo 9, versículo13 que nos puede ayudar “Pues, ¿quién de los hombres podrá saber los consejos de Dios? ¿O quién podrá averiguar qué es lo que Dios quiere? Porque inseguros son los pensamientos de los mortales, e inciertas nuestras providencias. El cuerpo corruptible agrava al alma, y la morada terrestre deprime la mente, ocupada en muchas cosas. Difícilmente llegamos a formarnos un concepto de las cosas de la tierra; y a duras penas entendemos lo que tenemos delante. ¿Quién podrá, pues, investigar lo que está en el cielo? Y ¿quién podrá conocer tu voluntad, si Tú no le das la sabiduría y no envías desde lo más alto tu santo Espíritu; con que sean enderezados los caminos de los moradores de la tierra, y aprendan los hombres lo que te place?

Por eso siempre tengamos esa conciencia de la debilidad de nuestra inteligencia, de la necesidad de que Dios nos revele Quien es, quienes somos nosotros, en definitiva, cuál es su voluntad y por supuesto siempre mirar a Cristo la Palabra con mayúscula, donde Dios nos ha dicho todo lo que tenia que decirnos y de Él aprendamos, de Él entendamos la realidad y como llegar a nuestro Padre del Cielo. Le pedimos como siempre por supuesto esta gracia a nuestra Madre del Cielo a quien más teme el demonio no por su poder, porque nadie es tan poderoso como Dios, obviamente, pero si porque a pesar de ser una creatura tiene muchísimo poder sobre el demonio y entonces el diablo, satanás le teme más porque eso lo humilla más. Nuestra Madre nos ayude proteja nuestra fe, conserve la verdad en nuestros corazones y también nos ayude contra las acechanzas del demonio.

Seguir Leyendo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.