Queridos todos,
Si ayer veíamos que mediante el pecado, el hombre rechazaba el amor de Dios, hoy San Ignacio nos recuerda que el Señor nunca nos abandona: de Creador viene a hacerse hombre, de vida eterna a muerte temporal, y así morir por nuestros pecados, para liberarnos del mal y del pecado.
Sigamos el ejemplo de humildad y docilidad de la Virgen María, y no dejemos de pedir la gracia de crecer en el aprecio y afecto al Verbo encarnado, que nunca nos abandona.
¡Ave María y adelante!
† Por la Señal de la Santa Cruz …
Acto de Contrición
Señor Jesucristo, que de Creador has venido a hacerte hombre, y de vida eterna a muerte temporal, y así morir por mis pecados, te pido perdón por todas las ofensas cometidas contra tu Sacratísimo Corazón y te suplico la gracia de alcanzar un crecido e intenso dolor y lágrimas de mis muchos pecados. Amén.
Oración a San Ignacio
Glorioso San Ignacio, que nos diste ejemplo admirable de cumplimiento de la voluntad de Dios, y nos has dejado los santos Ejercicios Espirituales como método preciso para discernimiento espiritual y herramienta valiosísima para ordenar nuestra vida según el beneplácito divino, te pedimos que intercedas por nosotros y nos alcances la gracia de poder vencer nuestros afectos desordenados y así en todo amar y servir a su divina majestad. Amén.
Texto para la meditación del día
Durante la “Segunda Semana” de los Ejercicios, San Ignacio nos propone considerar los misterios de la vida de Nuestro Señor, y nos invita a “conformar” nuestra vida (reformada durante la Primera Semana) a la de Cristo. [EE, Num 102 a 106] … “traer la historia de la cosa que tengo de contemplar, que es aquí, cómo las tres personas divinas miraban toda la planicie o redondez de todo el mundo llena de hombres, y, se determina en la su eternidad, que la segunda persona se haga hombre, para salvar el género humano, y así venida la plenitud de los tiempos, enviando al ángel San Gabriel a Nuestra Señora.”
El gran objetivo que persiguen los Santos Ejercicios es que, vencidos los afectos desordenados, conozcamos y hagamos la voluntad de Dios. No podríamos llegar a tanto, claro está, si Dios no se hubiera hecho hombre y nos ofreciera su gracia. Pero tampoco, si Ella, “Nuestra Señora” no hubiera dado su generoso “sí” a la voluntad de Dios, “sí” que marca un antes y un después en la humanidad.
Oración
San Ignacio, guía mis decisiones para que, siguiendo el ejemplo de humildad y docilidad de la Virgen María, crezca en el aprecio y afecto al Verbo encarnado, que nunca me abandona.
Petición de la novena
(hacer la petición que se quiere alcanzar en esta novena por intercesión de San Ignacio)
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Oración final
San Ignacio, tú nos mostraste que siendo dóciles al Espíritu Santo podríamos ordenar nuestra vida, te pedimos en esta novena nos alcances la gracia de saber usar de todo lo creado “tanto cuanto” según la voluntad de Dios, para que todas nuestras decisiones sean puramente ordenadas según su santa voluntad y para mayor honra y gloria suya.. Amén
“Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer, Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno, todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”. Amén
Letanías de San Ignacio
De manera opcional les ofrecemos las letanías a San Ignacio en formato de PDF: