Queridos todos,
¡Cuán importante es la oración y cuánto nos puede ayudar San Ignacio a crecer en ese gran camino de unión con Dios!
Les comparto estas líneas en las vísperas de su fiesta; aprovechemos a pedir su intercesión… y ¡que nos enseñe a orar!
Ave María y adelante!
Pidamos con San Ignacio [EE, núm 233] “ … cognoscimiento interno de tanto bien recibido, para que yo enteramente reconosciendo, pueda en todo amar y servir a su divina majestad.”
San Ignacio nos invita a reconocer que no somos nada, y que dependemos continuamente de Dios en el ser y en el obrar [EE, núm 234 a 237]. Es decir, traigamos a la memoria todos los beneficios recibidos, cuanto ha hecho Dios por nosotros, y considerar que podríamos hacer para agradecerlos. Recemos la hermosa oración con la cual terminan los Santos Ejercicios [EE, núm 234]:
“Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer, Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno, todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”. Amén
Oración
San Ignacio, que tuviste una grandísima estima por la virtud de la gratitud, ayúdanos a reconocer tanto bien recibido de parte del Señor para que, enteramente reconociendo, busquemos en todo amarlo y servirlo.
Letanías de San Ignacio
De manera opcional les ofrecemos las letanías a San Ignacio en formato de PDF: