Las promesas que les hizo son siempre valederas, son para todos los tiempos, son eternas, porque la misión de manifestar el misterioso amor del Corazón de Jesús no terminará sino con el fin de los tiempos. Cada siglo traerá un nuevo esplendor a la revelación triunfal de ese amor.
En este instante, cuando el día santo de Navidad ha llegado a su plenitud, os invito a meditar juntamente conmigo en el misterio: «Al principio
El mes de septiembre está dedicado a los Santos Ángeles. Nos enseña hermosamente el Catesismo de la Iglesia Católica: “Los ángeles son criaturas espirituales que
Es evidente, pues, que la Trinidad no es tanto un misterio para nuestra mente –como si se tratase de un teorema intrincado–, cuanto, y mucho más, de un misterio para nuestro corazón (cf 1Jn 3, 20), puesto que es un misterio de amor. Y nunca entenderemos, no digo tanto la naturaleza ontológica de Dios, sino la razón por la que nos amó hasta tal punto que a nuestros ojos se identificó con el Amor mismo (cf. Jn 4,16)