Cuando el recordado Papa Pío XII incluyó en el tesoro de nuestros dogmas el misterio de la Asunción de la Santísima Virgen realizó, sin duda,
“Mi recuerdo es más dulce que la miel” (Ecli 24, 19). Estas palabras de la Eterna Sabiduría se aplican decorosa y oportunamente a la Madre
Es justo y lógico que, después del recuerdo de la santa cruz, se tenga también un especial recuerdo de los dolores de la Santísima siempre
El hijo. Regocíjate hoy, Santa María, porque das a luz los gozos de la nueva alianza; regocíjate, Madre Intacta, porque continúa tu virginidad florecida de
Doblo las rodillas ante ti, Señor Jesucristo, a quien contemplo suspendido en la cruz por mí. Te saludo, venerable imagen de mi Señor Jesucristo crucificado,
Te bendigo, te alabo y te doy gracias, Santa Madre de Dios, Virgen María, por todos los bienes y los dones que el Señor te
María y el misterio de la Encarnación (Del Libro Imitación De María). Novena de la “Asunción de María Santísima en cuerpo y alma al Cielo” – día cuarto
El recuerdo y la invocación de la Santísima Virgen María. (Del Libro Imitación De María). Novena de la “Asunción de María Santísima en cuerpo y alma al Cielo” – día tercero
El consuelo de la Virgen María. Novena de la “Asunción de María Santísima en cuerpo y alma al Cielo” – día segundo
Cómo saludar a la gloriosa Virgen. Escucha oh Madre al devoto enamorado de tu nombre: “El cielo se regocija y la tierra se asombra, cuando