Otra condición tiene el amor de Cristo en el Calvario, que debemos mirar con mayor detenimiento. El amor de Cristo en el Calvario, como hemos dicho, es suprema manifestación de ese amor; el amor de Cristo en el Calvario se dilata sin término, por los cielos y la tierra; pero, además, ese amor precisamente se dilata así, y precisamente se manifiesta así en la hora del odio.
Homilía diaria para el Viernes Santo: la cátedra del amor. P. Tristán Gelonch, IVE “La cátedra del amor” Evangelio según San Juan 18,1-40.19,1-42.
Los invitamos a realizar la visita de las 7 iglesias, para acompañar a nuestro señor en la noche del Jueves al Viernes Santo. Esta tradición
P. Miguel Ángel FuentesLa soledad de María Santísima: Reflexiones sobre los dolores de María Santísima y su Soledad a la muerte de su Hijo
Al inicio de la crucifixión, como era costumbre, se ofreció a Jesús una bebida calmante para atenuar los dolores insoportables. Jesús la rechazó. Quiso soportar totalmente consciente su sufrimiento (cf. Mc 15,23). Al término de la Pasión, bajo el sol abrasador del mediodía, colgado en la cruz, Jesús gritó: «Tengo sed» Un 19,28). Como solía hacerse, se le ofreció un vino agriado, muy común entre los pobres, que también se podía considerar vinagre; se la tenía como una bebida para calmar la sed.