Pregunta:
¿Qué son exactamente las misas gregorianas? ¿Es verdad que no se pueden cortar, o de lo contrario pierden el efecto que se buscaba con ellas?
Respuesta:
Estimado:
Explica el ‘Nuevo Derecho Parroquial’, de Manzanares, Mostaza y Santos (Ed. BAC, Madrid, pag. 254-255) que ‘se llama ‘misas gregorianas’ a la serie de misas que deben ser aplicadas por un difunto durante treinta días sin interrupción. Su origen se vincula a un episodio que narra San Gregorio Magno en Diálogos IV, 55 (PL 77, 420-421), mediante el cual el santo probablemente sólo quiso enseñar la doctrina de los sufragios aplicados a los difuntos; ‘pero la ingenua mentalidad medieval cargó el acento en la ininterrumpida sucesión de misas, creencia que pretendió reajustar San Antonino de Florencia, afirmando simplemente que, si las 30 misas se dicen seguidas, las almas del purgatorio perciben antes sus frutos’.
La Iglesia mantiene esta práctica, de gran arraigo popular, con sentido de sufragio por los difuntos. Pero ha mitigado la obligación de la celebración ininterrrumpida, según la declaración Tricenario Gregoriano (24-2-1967). Si por un impedimento imprevisto (vgr., una enfermedad) o por otra causa razonable (vgr., celebración de una misa de funeral o de matrimonio), un sacerdote tuviere que interrumpir el treintenario, ‘este mantiene por disposición de la Iglesia los frutos de sufragios a él atribuidos por la práctica de la Iglesia y la piedad de los fieles hasta el momento presente, pero con la condición de completar lo antes posible la celebración de las treinta misas’ (EV 2/966)’.
Por lo general se entiende que una ‘misa gregoriana’ es una serie de 30 misas seguidas.
P. Miguel A. Fuentes, IVE
Si desea solicitar misas gregorianas por alguna intención particular puede ingresar aquí: http://misasgregorianas.ive.org/es/misas-gregorianas/ |
Comentarios 3
La Biblia dice en Hebreos 9:27 lo siguiente: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio”. La Biblia no habla de misas gregorianas para salvar el alma de nadie, dice -como pueden ver- que después de la muerte sigue el juicio. El hecho de ir proliferando la doctrina de las misas gregorianas es demasiado peligroso, pues la gente cree que pueden vivir una vida tibia, siendo cristianos los domingos y los demás días no, para que, una vez llegada la muerte sean otras las personas que las vayan a sacar del purgatorio, cuando la verdad es que el alma va a su destino eterno y nadie puede sacarlas de ahí.
Hablar del purgatorio es otro gran peligro que va de la mano con hablar de misas gregorianas, pues la gente pone su esperanza en llegar a un lugar que la Biblia misma desmiente su existencia (Lucas 16:19-31), para que, una vez muertos se den con la triste sorpresa de que están condenados por no haberse arrepentido de sus pecados en vida, por no haber nacido de nuevo mientras podían hacerlo en la tierra y por haber puesto su fe en un lugar inexistente llamado purgatorio y en doctrinas que se fundamentan en palabras de hombres, dejando de lado la palabra de Dios.
En su respuesta narra lo que dijo Gregorio Magno, cita a Antonio de Florencia o la declaración Tricenario Gregoriano. ¿Dónde deja a la Biblia para sustentar algo tan importante como el destino eterno del alma? ¿Se da cuenta de que esas personas se van al infierno por creer esas cosas? Oiga, esto no se trata de que gane una postura o que el suscrito gane un debate, se trata de que las personas sepan lo que dice la Biblia, y la Biblia dice todo lo contrario a las cosas que estas doctrinas predican.
Hay que tener amor al prójimo, y eso no significa solamente darle un abrazo y decirle que Dios lo ama; amar al prójimo es decirle la verdad a la luz de la palabra de Dios para que esa persona sea salva. Si las personas siguen creyendo estas cosas por simplemente predicarles doctrinas que son disfrazadas de divinas cuando son hechas por hombres, las personas seguirán yendo a la condenación por no haberse arrepentido de sus pecados. Prediquen la verdad y lean la palabra de Dios para dejar de seguir creyendo en estas doctrinas humanas, pues si siguen creyéndolas, ustedes también sufrirán el castigo eterno.
Estimado, se agradece su buena voluntad y búsqueda de la verdad, y sería muy certero su comentario si acaso la Biblia misma nos dijese que ‘solo hay que creer lo que está en la Biblia’. En realidad, los mismos autores bíblicos declaran expresamente que “no lo escribieron todo”, y que comunicaron muchas cosas a los Cristianos sólo de viva voz (2 Jn. 12; 1 Cor. 11, 2; 2 Tim. 2, 2). San Pablo avisa a los fieles que se atengan, no sólo a lo que les dice por cartas, sino también a lo que les ha dicho de palabra (2 Tes. 2, 15). Por lo tanto, no se trata de una ‘tradición humana’, o sea, ‘capricho humano’, como ud. -y miles de protestantes- erróneamente piensan; la Tradición de que hablamos aquí es la que viene de los Apóstoles y transmite lo que éstos recibieron de las enseñanzas y del ejemplo de Jesús y lo que aprendieron por el Espíritu Santo. Son pasajes que debería releer y estudiar. Bendiciones! Padre L. López.
Excelente explicación