EL DETENTE, PODEROSO SACRAMENTAL

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EL PAPA PIO IX LO BENDICE

Se cuenta que en el año 1870 una mujer romana, después de consagrar al Sagrado Corazón y a la Santísima Virgen a su hijo que partía para la guerra de unificación de Italia, alistado con los Zuavos Pontificios le entregó un «Detente» que ella misma dibujo sobre un pedazo de paño rojo diciéndole: “Él te devolverá sano y salvo a mi cariño”. El joven salio ileso de la contienda diciendo que una bala que golpeó su pecho, donde tenía el «Detente» y se detuvo sin producirle ningún daño. La madre, contó lo ocurrido al Santo Padre.

El Papa concedió aprobación definitiva a tal devoción y dijo: “Esto, señora, es una inspiración del Cielo”. Y, después añadió: “Voy a bendecir este Corazón, y quiero que todos aquellos que fueren hechos según este modelo reciban esta misma bendición, sin que sea necesario que algún otro sacerdote la renueve. Además, quiero que Satanás de modo alguno pueda causar daño a aquellos que lleven consigo el Escudo, símbolo del Corazón adorable de Jesús.”

Luego el mismo Papa Pío IX dictó la siguiente oración:

Abridme oh Buen Jesús,
las puertas de Vuestro Sagrado Corazón,
unidme a Él para siempre.

Que todas las respiraciones
y palpitaciones de mi pobre corazón
aún cuando esté durmiendo,
os sirvan de testimonio de mi amor
y os digan sin cesar: Señor, os amo.

Recibid el poco bien que yo hago,
y dadme vuestra santa gracia
para reparar todo el mal que he hecho.
Para que os ame en el tiempo
y os alabe por toda la eternidad, Amén.

Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío

(repetir tres veces esta última jaculatoria)

En 1870, año de pruebas y lágrimas para el Pontificado, el Papa Pío IX dijo lo siguiente: “Doy mi bendición a este Corazón y quiero que todos los detentes que se hagan conformes a este modelo, reciban esta misma bendición sin que tengan necesidad de ninguna otra”.
Además quiero que el demonio no tenga poder alguno sobre los que lleven este Corazón.
Y para alentar a la práctica del detente el Papa Pío IX concedió el 8 de marzo de l873 100 días de indulgencias, a todos los que investidos de esta insignia recen un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
El Detente significa:
¡Detente Satanás, tentación, pasión, enemistad, peligro, tristeza, penas, infierno… que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi Amor, mi Esperanza, mi Todo… está conmigo!
Por tanto, llevar el Detente del Sagrado Corazón y llevarlo con fe, es lo mismo que si lleváramos un escudo contra toda clase de peligros.
Procurad que los enfermos, niños, ancianos y todo el mundo, lleven de alguna forma, en la cartera o debajo de la almohada, un detente del Sagrado Corazón de Jesús.
El “Detente” corresponde a una de las 12 promesas que hizo Jesús a Santa Margarita María cuando le reveló su Sagrado Corazón: “Seré un refugio seguro durante la vida, y sobre todo en la hora de la muerte”. ¡Qué mejor refugio que el Corazón de Jesús! En ese Corazón se encuentran los divinos tesoros de la misericordia y el perdón de Dios Padre que en Jesús reconcilia a toda la humanidad. El Corazón de Jesús es fuente incesante de donde mana el Espíritu Santo para dar vida a la Iglesia.

Esta práctica recomendada por Santa Margarita al principio fue conocida sólo en las comunidades de la Visitación. Fue la Venerable Ana Magdalena Rémuzat, salesa de Marsella, quien la hizo conocer fuera del claustro. Habiendo sabido por revelación hacia 1720, que iba a desencadenarse una gran peste en Marsella, por inspiración divina prometió que los atacados encontrarían auxilio prodigioso en esa devoción al Sagrado Corazón.

La Santa religiosa ayudada por sus hermanas preparó a mano millares de pequeñas imágenes de este Corazón con la inscripción “Detente el Corazón de Jesús está aquí”. La historia narra que en efecto el azote se detenía muchas veces como por milagro ante dicha imagen protectora. Desde entonces la práctica se extendió a muchos países. En 1748 el Papa Benedicto XIV envió muchos de estos detentes a la Reina de Francia. Y consta que en la revolución francesa innumerables fieles se colocaron con el detente bajo la protección del Corazón de Jesús.

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Comentarios 1

  1. Oscar Eusebio dice:

    Como católico. Me extraña y mucho me preocupa que actualmente, año 2023 de la fe, no se promueva lo que significa en la vida y el refugio que el detente significa en la hora de la muerte de quien lleva el detente. Sinceramente, en este añor de la Fe, nos falta Fe para: “¡Detener a Satanás, la tentación, pasión, enemistad, peligro, tristeza, penas, infierno… que el Corazón de Jesús, mi Dios, mi Redentor, mi Amor, mi Esperanza, mi Todo… está conmigo!”. Y no obstante, no se promueve lo que significa el detente????.

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