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Queridos hermanos, os pido que recéis por Ucrania, pero especialmente por nuestra parroquia y monasterio (casa religiosa) en la región de Kherson, donde fuimos misioneros antes y durante la ocupación rusa.
Hace 2 días, la administración militar rusa ocupó nuestra casa religiosa, diciendo que a partir de ahora es de su propiedad y también pusieron sus manos sobre nuestra iglesia. La persecución de creyentes y sacerdotes continúa.
En la misma ciudad donde vivimos, en agosto, los soldados rusos también asaltaron una iglesia católica romana y rompieron todas las ventanas, además entraron en la casa del sacerdote y destruyeron todo lo que había allí. Durante la ocupación, el padre José y yo servimos a esta iglesia durante más de seis meses.
Os pido que recéis especialmente por nuestros feligreses que siguen bajo la ocupación. Hace unas semanas se publicó un documento sobre la prohibición oficial de las actividades de la Iglesia greco-católica ucraniana en el territorio ocupado de la región de Zaporizhzhia.
También adjunto fotos de una iglesia que fue alcanzada y destruida por un misil directo hace unos días. Esta iglesia se encuentra no muy lejos de nuestra parroquia. En total, más de 900 estructuras religiosas han sido ya alcanzadas por los bombardeos rusos.
Les pido una vez más que recen y comprendan nuestra situación.
Por favor, recen también por dos sacerdotes católicos que están detenidos en prisiones rusas sin tener culpa alguna.
Comentarios 2
Rezaré por nuestros hermanos en Cristo y pediré por sus perseguidores que se arrepientan sabiendo que el Señor escucha al arrepentido.Dios y la Virgen protejan a toda la comunidad .
La tradición Catequética recuerda que existen “pecados que claman al cielo”. Claman al cielo: la sangre de Abel (cf Gn 4, 10); el pecado de los sodomitas (cf Gn 18, 20; 19, 13); el clamor del pueblo oprimido (…) (cf Ex 3, 7-10); el lamento del extranjero, de la viuda y el huérfano (cf Ex 22, 20-22); la injusticia (…) (cf Dt 24, 14-15; Jc 5, 4). (cfr. CIC 1867)