Hace muchos años di una conferencia que llevaba por título “La gnostización de la teología”. Me basaba, entre otras cosas, en algunas ideas tomadas de André Manaranche, otrora rector del Seminario de Ars, en Francia, quien había escrito un libro que causó cierto escozor en los ambientes progresistas en la década del 90, titulado “Los sacerdotes, crisis y formación” (edición italiana: “I Preti. Crisi e formazione”, Società Editrice Internazionale, Torino, 1996).
La situación actual de la Iglesia y de nuestra sociedad representa una aguda profundización de lo que se vivía en aquel tiempo, por eso quiero recordar las líneas generales que expresé en aquel momento y añadir algunas puestas al día. De hecho, Henri de Lubac, en su libro “La posterioridad espiritual de Joaquín de Fiore”, cita una carta de Jürgen Moltmann a Karl Barth, de 1965, donde decía: “Joaquín está más vivo que Agustín”. Se refería a Joaquín de Fiore, monje cisterciense († 1202), cuyas tesis fueron calificadas por un muy serio teólogo como “típicamente gnósticas”. Por tanto, Moltmann afirmaba en su carta la actualidad del pensamiento gnóstico y cómo este ha quitado terreno al ortodoxo de un san Agustín.
P. Miguel Ángel Fuentes, IVE