Juan Pablo II: Un amigo exigente – P. Francisco Javier de Igarzábal

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Uno de los aspectos más sobresalientes del Pontificado de San Juan Pablo II fue su relación con los jóvenes. Sin lugar a dudas, podemos afirmar que ningún otro Pontífice a lo largo de la historia supo conquistar el corazón de los jóvenes como lo hizo el Papa polaco, quien desde el inicio de su pontificado captó la atención de los jóvenes dejando en muchos de ellos una huella indeleble para toda la vida.

El gran interrogante es ¿cómo logró esto? ¿Qué fue lo que atraía tanto a los jóvenes? Ciertamente no es fácil alcanzar tanta eficacia pastoral, de hecho, son muchos los que dentro de la Iglesia intentan dedicarse a la pastoral juvenil, pero la gran mayoría de ellos con poco éxito. Prueba irrefutable de esto es que, a lo largo de todo el mundo, cada vez hay menos jóvenes en las iglesias. ¿Cuál fue entonces el secreto de Juan Pablo II para conquistar a los jóvenes?

La respuesta es muy sencilla: Juan Pablo II no hizo nada de extraordinario, simplemente presentó la verdad a los jóvenes, es decir, llamó a las cosas por su nombre. No diluyó la doctrina evangélica, todo lo contrario, les exigió que vivan el evangelio y no de cualquier manera sino con radicalidad. En uno de aquellos encuentros memorables entre el Papa y los jóvenes les decía: «Buscad pues a Cristo y acogedlo. Él es exigente, no se contenta con la mediocridad, no admite la indecisión».1

Esta claridad de pensamiento presentada con vitalidad juvenil, el sentirse valorados, el ver que el Papa era auténtico con ellos, el percibir que los creía capaces de vivir con radicalidad las exigencias del evangelio, todo esto fue lo que conquistó el corazón de los jóvenes.

Los progresistas, en cambio, con el afán de conquistar a los jóvenes, terminan diluyendo el evangelio, y en la ambición de ser cercanos a ellos, hacen el ridículo. Pero nada de esto termina dando frutos, porque los jóvenes buscan a Cristo, no las caricaturas que les ofrecen. Los jóvenes aspiran a grandes ideales, no que se los subestime y que se los tenga por incapaces de navegar mar adentro.

Por eso el secreto de Juan Pablo II consistió en hacerse amigo de los jóvenes, pero no un amigo complaciente, sino un «amigo exigente» como el mismo solía decir. Esta es la única pastoral juvenil que da frutos, una pastoral exigente como fue exigente el mensaje de Cristo.

A continuación, compartimos el fragmento de un discurso Juan Pablo II a los jóvenes, discurso que no tiene desperdicio, donde se puede escuchar de sus propios labios lo que hemos intentado explicar.

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P. Francisco Javier de Igarzábal, IVE

1. JUAN PABLO II, A los jóvenes en el estadio olímpico de Caracas, 28 de enero de 1985

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Comentarios 3

  1. María Victoria Cano Roblero dice:

    Santo Juan Pablo ||oramos por esos frutos de jóvenes Sacerdotes Santos y para cada uno que buscamos la Santidad aunque nos cuesta seguir mar Adentro.

  2. Maria Inés Groppi dice:

    Juan PabloII un amigo exigente.
    Una maravilla de este santo! A todos los Papás los guía el.Espiritu Santo,sin duda para mí,son el Magisterio.Pero a san J.PII le concedió ser claro,concreto
    y exigente aún ser rígido.Hace muchísimo,ante el,en el Vaticano,me bendijo con sus manos en mi cabeza y fue un regalo,inmerecido,de Dios.

  3. Jorge dice:

    La tenía clarísima , como gran Santo que es. No es, hacer lío, hacer el lío por se es joven.

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