Aquí en Tanzania se sigue el ritmo del hemisferio sur, y el ciclo lectivo va acorde con el calendario anual, es decir, empieza en enero y termina en diciembre. Por eso en estas semanas hemos tenido muchas actividades como la clausura del año de catecismo, los actos de fin de año de las escuelas primarias que tenemos, celebraciones de primeras comuniones, etc. Paso, pues, a contarles un poco.
Hace algunas semanas, el domingo 17 de noviembre, el P. Pablo Folz fue a celebrar las primeras comuniones del centro de Nyasa, que queda hacia el sur de la parroquia de Ushetu. Siempre tratamos de comenzar por el centro de Nyasa porque es el más difícil de llegar. El problema es que el camino es muy malo, y cuando comienzan las lluvias el río se llena de agua, y también unos campos de arroz, inundando también el camino. Ya nos hemos quedado enterrados varias veces en esos lugares. Las lluvias comienzan en octubre, de manera intermitente, y ya en noviembre llueve muchísimo.
Providencialmente, cuando se debieron hacer los exámenes y las confesiones de los chicos de Nyasa y Mwendakulima, había llovido poco, y los padres y las hermanas pudieron ir y volver por el camino corto, que son un poco más de 20 km. Durante esa semana cayeron algunas lluvias, por eso antes de ir el domingo de las primeras comuniones estuvieron averiguando si todavía se podía pasar por allí o no. Gracias a Dios estaba transitable, aunque con algunas partes con barro, pero nada muy complicado. Cuando este camino se corta hay que dar una vuelta por otro, de 50 km, y por pasos bastante malos también, pero este rodeo es seguro ya que en la parte del río hay un puente. Una de las contras es que es un viaje muy largo, y se retrasa la llagada de los padres y hermanas, y por lo tanto todo se atrasa. Recordemos que las primeras comuniones eran en un centro que reúne varias aldeas, y muchos chicos vienen caminando desde sus aldeas, algunos hasta de 15 km, y deben regresar temprano, en lo posible, antes de que se les haga de noche.
La misa estuvo muy linda, según me contaron el padre y las hermanas, con un coro compuesto por varios jóvenes, a los cuales conocemos desde niños. Los que recibieron la primera comunión fueron veintinueve niños y jóvenes. Por gracia de Dios también los festejos pudieron hacerse sin problemas, bajo algunos toldos fuera de la iglesia. Se veía una gran tormenta que amenazaba, pero pasó muy cerquita, y sólo llegaron algunas gotas nomás.
Fue un gran día para todos ellos, y siempre estas celebraciones son una gran gracia para la misión. No es fácil llegar a esos lugares, atender espiritualmente esas aldeas, exige mucho sacrificio.
El otro centro que nos queda un poco alejado es Mazirayo, de la parroquia de Kangeme. El que alguna vez, bromeando, le llamamos “el lejano oeste”. También, por gracia de Dios, pudimos hacer las primeras comuniones antes de que la lluvia nos corte el camino. El año pasado tuvimos ése problema, pues las lluvias se adelantaron, y debimos suspender los exámenes y la misa, y recién pudimos hacer esas primeras comuniones este año, en el mes de julio. Ahora el camino está bastante bien, y el único problema se encuentra en el pequeño puente sobre el río. Cuando el caudal de agua aumenta, sube tanto que pasa por sobre el camino, y rompe toda la parte que precede al puente. El resto del camino está en muy buenas condiciones, pero este punto es decisivo, pues no hay otros lugares por donde pasar. Hay que sumar que cuando llueve mucho también se les hace difícil a los chicos llegar hasta el centro desde sus aldeas, caminando muchos kilómetros, algunos niños son muy pequeños. Puede pasar que aunque el padre y las hermanas puedan llegar en vehículos, no todos los chicos puedan llegar, y es una lástima que se pierdan por esto de recibir por primera vez a Jesús Eucaristía.
También damos gracias a Dios que pudimos hacer los exámenes y confesiones sin ningún problema, y el domingo 24 de noviembre, día de Cristo Rey, celebramos la misa de primeras comuniones en Mazirayo, donde recibieron a Jesús dieciocho niños y jóvenes. Fuimos con las hermanas, y los hermanos Petro y Boniphace, los que tuvieron el accidente en mayo. Petro es oriundo de esta aldea, su mamá y parientes viven allí. Todos lo conocen, así que se vivió un momento muy emocionante al final de la misa, cuando Petro saludó a todos, y mientras cantaban pasaban a darle la mano.
La gran iglesia que hemos construido en ése lugar, en honor de la Virgen de Luján, todavía le falta para poder terminarla, pero nos permite poder estar todos adentro, y celebrar sin ninguna dificultad, ya sea cuando hace mucho calor, como también en el tiempo de sequía, o cuando llueve como en ésta época. Fue así que durante la misa vino una tormenta, y pudimos seguir la ceremonia sin problemas. Los festejos también debieron hacerse adentro. Fue todo muy sencillo, pues en julio ya habían tenido unas primeras comuniones, y no podían volver a hacer otra gran celebración, con comida para todo el mundo. Sin embargo, pudieron estar los niños, sus familiares, el coro, los catequistas y los líderes de todas las aldeas. Luego de la misa todos querían sacarse fotos con el Hno. Petro, que lo tuvieron como media hora en esta ocupación. Al terminar el almuerzo, como es tradición, se procede a entrar con la torta, bailando, y luego todos los homenajeados la cortan, junto con el padre. Es muy alegre y divertida la ocasión, y la verdad que los chicos esperan el momento, pues en algunos casos, es la primera vez en la vida que les toca “cortar su propia torta”, y “recibir sus regalos”.
Rezamos para que ese día tan importante en sus vidas, recibir por primera vez a Jesús Sacramentado, y tener el debido festejo, sea un recuerdo imborrable, que los lleve a perseverar siempre en la vida de la gracia. Que sea un verdadero “día de cielo”, con toda la sencillez propia de estas misiones, pero que realmente así sea en sus almas. Durante la misa, en el momento de darles la comunión, me alegraba especialmente al pensar en estas cosas. Luego de los niños de primera comunión, vi pasar en la fila de los comulgantes a los niños que habían hecho su primera comunión algunos meses atrás, y otra vez Dios me concedía alegrarme al verlos recibiendo a Cristo con la misma devoción de entonces.
Todavía nos falta la celebración de la primera comunión de varios centros. Les contaré, Dios mediante, a fin de año, cuando terminemos. En Ushetu juntamos los centros de Ibelansuha y Mbika (trece aldeas en total); y en Kangeme juntamos los centros de Makunga, Namba Nane, Ilomelo, y Kangeme (12 aldeas en total).
Que Dios los bendiga a todos. Gracias por sus oraciones, y ¡firmes en la brecha!
P. Diego Cano, IVE
PD: estamos en plena campaña de juntar dinero para los regalos de navidad para nuestros chicos, y para poder hacer buenos campamentos navideños. Les copio aquí el link para los que deseen y puedan ayudarnos, y también les recomiendo que nos ayuden a difundir lo más posible. No nos falta mucho, ya casi lo tenemos, nos falta un tercio de la campaña. Dos campamentos comienzan el 18 de diciembre, dentro de doce días.
Aquí el link:
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