Kangeme, Kahama, Tanzania, 19 de octubre de 2025.
Vuelvo a la misión y vuelvo a las crónicas. De nuevo en la misión después de poder ir a visitar a mi familia en Argentina. Ha sido un viaje con numerosas gracias, que trataré de contarles en algún momento. Volver a las crónicas, es como un deber, pues en este viaje varias personas me las agradecían, y yo que pensaba que ya estaba todo escrito y contado, y que no hay nada más que decir, después de tantos años escribiendo desde la misión. Creo que así como sigo en esta hermosa misión de Tanzania, debo seguir en esta misión de las crónicas… misión “ad extra” de Tanzania. No es fácil a veces seguir escribiendo, y sobre todo con el entusiasmo del que recién llega, pero el bien que se sigue de estos sencillos escritos me alienta a seguir con este apostolado. Lo haré pensando en tanta gente que quiere saber qué pasa en las misiones de la Iglesia Católica, y se alegran de verlo y leerlo, y rezan por nosotros; pero lo también por nuestra querida Congregación, por los miembros religiosos y laicos, que se alegran de ver los trabajos y los frutos de las misiones, frutos que nos animan a seguir adelante a todos, perseverando en el trabajo, y en la formación de los futuros misioneros. Finalmente, me parece oportuno, escribirles una crónica en el “día de las misiones”, para agradecerles sus oraciones y sus ayudas para nuestra misión.
Me había quedado, antes de mi viaje, por contarles algunas cosas, como los Festejos por los quince años del dispensario, los Ejercicios Espirituales de mujeres, y la Construcción de la ermita de Irondo. Les cuento brevemente de estas cosas, y con relación a los festejos del aniversario del Dispensario San Bernardo, la hermana Inmaculada escribió una crónica contando los detalles. Yo simplemente agrego que es impresionante el trabajo en ese apostolado de Servidoras. Por un lado, porque es una gran ayuda para la gente, y sobre todo en un lugar tan pobre como en el que estamos. Pero, por otra parte, no sólo es una gran ayuda a la gente que vive aquí, sino también para los mismos misioneros. En estas tierras son muy comunes algunas enfermedades como la malaria y la fiebre tifoidea, como así también numerosas dolencias del estómago, causadas sobre todo por el agua que no es potable, o por los alimentos mal lavados. Así que para los mismos misioneros, padres, hermanas, hermanos, etc. la existencia de este dispensario, es decir, pequeño hospital, es una bendición. Aquí acudimos en cualquier momento y somos atendidos de inmediato, con gran caridad y generosidad, y recibimos medicinas, y tenemos los controles hasta estar totalmente recuperados. En el dispensario actualmente trabajan unas diez personas, la Hermana Inmaculada que dirige todo, y luego empleados contratados a los que se les debe pagar el sueldo, seguro, etc. Todo se realiza con gran esfuerzo de las hermanas, que deben estar siempre buscando ayudas para poder cumplir con esto, pues los aportes de los mismos pacientes, no son suficientes para mantener económicamente este centro de salud. La Divina Providencia, otra vez, por medio de mucha gente que ayuda, permite que este dispensario siga adelante, y así ha sido durante estos quince años.
Respecto de los Ejercicios Espirituales, yo ya les había contado del realizado para varones; y ahora les cuento, y sobre todo, dejamos constancia en las crónicas, que este año 2025, las mujeres realizaron Ejercicios de San Ignacio en dos tandas en la casa de las hermanas. La primera tanda fue para las que hacían estos Ejercicios por vez primera; y la segunda tanda para las que repetían sus Ejercicios por segunda o tercera vez. De esta manera, a los que realizan por primera vez se les puede ayudar un poco más, que entienda el método de San Ignacio, la oración, los Ejercicios propiamente dichos. A los que vienen por segunda o tercera vez, se les puede hacer avanzar un poco más, predicarles otras cosas, etc. En total, entre ambas tandas participaron 48 ejercitantes mujeres. Fueron realizados con muchísimo fruto, como las mismas ejercitantes decían; y fueron predicados por las hermanas, asistidas por los sacerdotes que celebraron la misa, confesaron, y dieron algunas de las meditaciones.
De la ermita del cerro Irondo, no más que decir que estamos tratando de terminarla, y ver si está en nuestras posibilidades de poder trasladar la imagen de la Virgen antes de fin de año. Yo ya voy temiendo que no vamos a poder llegar a cumplir con lo que habíamos prometido, sobre todo por razones de fuerza mayor, pues en estas tierras, y en estas lejanías de la ciudad, los trabajos de los albañiles van mas lentos que en otras partes. La imagen que vamos a llevar allí ya la tenemos desde hace varios años, llegó el 22 de agosto de 2020, y para esa ocasión, también escribí una crónica contando un poco de la historia de esta iniciativa. Les hago un breve resumen, y lo primero es contarles que detrás de la parroquia de Ushetu hay una montaña, una gran roca, a unos veinte minutos caminando. No es muy alta pero ofrece una hermosa vista, y se la conoce como “Irondo”. Hace varios años surgió la idea de poner una imagen de la Virgen allá arriba, y entonces pedimos al gobierno el permiso, que nos fue concedido por escrito. Allí pusimos una cruz de cinco metros de alto, hecha de metal. Luego pudimos adquirir una réplica de la imagen de la Virgen de Ánjara, y deseamos ponerla sobre el monte, en una ermita que estamos construyendo. La imagen tiene casi dos metros de alto, y fue tallada en Ecuador, por artistas de San Antonio de Ibarra, del taller de la familia Montesdeoca. La imagen tuvo su buen costo, y el viaje hasta la misión también, sumando además las aventuras hasta llegar a Ushetu. Todo esto relatado en una crónica del año 2020.
Hace varios años que la imagen está esperando que terminemos los trabajos sobre la montaña para poder ser trasladada a su lugar, y este año hicimos un pedido especial a la Virgen de Ánjara por nuestros Institutos, y le prometimos que la llevaríamos a su casa sobre la montaña este año. Gracias a varias ayudas que nos han dado los padres desde el Santuario de Ánjara, los trabajos están bastante avanzados. Queremos hacer una ermita que sea segura, pues estará sola sobre la montaña y deseamos preservarla de vandalismos; y a la vez se debe proteger la imagen, que es tallada en madera, protegerla de las inclemencias del tiempo, como los grandes calores, el sol abrasador de estas tierras, y el agua de los seis meses de lluvia. Podrán ver algo de estos trabajos en las fotos que acompañan a la crónica. Es nuestro deseo que, que sea un lugar de peregrinación en toda esta zona, y que podamos fomentar así la devoción a Nuestra Madre del Cielo, en estas tierras de primera evangelización.
Bien, creo que he cumplido con lo prometido, y he tratado de ser breve, aunque la información no sea completa. Como siempre, hay mucho más para contar, y espero pronto poder hacerlo. Que Dios los bendiga, y gracias por rezar por las misiones, para que sigamos adelante con alegría y empuje, a pesar de todas las dificultades propias de la vida misionera.
¡Firmes en la brecha!
P. Diego Cano IVE








Comentarios 1
Que gran labor la que realizan tanto el padre Cano como las hermanas y misioneros que Dios los asista en todo momento para que sigan evangelisando lavando la palabra de Dios hasta estos lugares ton alejados y los santos ejercicios de sn Ignacio Dios quiera y produzcan muchos frutos oramos por todos