San Antonio Abad (c. 251–356)
Considerado el padre del monacato cristiano, San Antonio Abad dejó su herencia para llevar una vida de soledad, penitencia y oración en el desierto egipcio. Su ejemplo inspiró a generaciones de ermitaños y monjes. Luchó contra tentaciones espirituales y fue reconocido por su sabiduría, milagros y discernimiento. Su vida, narrada por San Atanasio, marcó profundamente la espiritualidad cristiana y dio origen a la tradición eremítica en Oriente y Occidente.