He aquí, amado lector, una verdadera joya que te ofrece un santo, para enseñarte el camino de la más alta santidad. Le llama “Tesoro Escondido”, porque ciertamente eso es la Santa Misa: el mayor de los tesoros que tenemos los cristianos en este mundo: escondido a nuestros ojos y que solamente con la fe lo podemos descubrir.