La “vida de San Benito” de San Gregorio Magno es el libro II de los Diálogos, escrito con la intención de edificar y exhortar a los lectores a la práctica de las virtudes, presentando a San Benito como el ideal del monje perfecto, más que como una biografía moderna. El prólogo de los Diálogos se dirige al diácono Pedro y a los monjes, quienes le solicitaron esta obra, y se caracteriza por su tono de diálogo y su propósito de demostrar que, a pesar de la devastación del Imperio Romano, Dios seguía mostrando su presencia a través de la santidad.


