Eutanasia: la «cápsula suicida» se cobra su primera víctima

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[Peter Laffin – NCR – 30/9/2024]

(Suiza) Una vez dentro de la cámara sellada de «Sarco» la apocalíptica «cápsula suicida», la mujer recibió una orden espeluznante: «Si quiere morir, pulse este botón». Así lo hizo, y la cámara se inundó de gas nitrógeno. Sus niveles de oxígeno cayeron en picado y perdió el conocimiento. Murió en cuestión de minutos.

La mujer, que aún no ha sido identificada, tenía 64 años. Estadounidense con un sistema inmunitario gravemente debilitado, había volado a Suiza para obtener un suicidio asistido con el horrible y elegante invento, que se había colocado bajo una copa de árboles en los bosques suizos.

Su muerte a principios de la semana pasada marca la primera vez que se sabe que alguien ha utilizado la cápsula para los fines previstos. Los informes indican que padecía una enfermedad muy grave desde hacía al menos dos años. Suiza es uno de los pocos países del mundo donde los extranjeros pueden viajar con el fin de obtener un suicidio asistido.

Como reacción a la noticia del uso inaugural del Sarco, el obispo de Basilea, Felix Gmür, presidente de la Conferencia Episcopal Suiza, declaró a los medios de comunicación suizos que la cápsula Sarco era «peligrosa» porque «facilita demasiado el acceso al suicidio». La Iglesia católica enseña que el suicidio, ya sea asistido por un médico para reducir el sufrimiento o como expresión de la autonomía individual, es un grave mal moral: un grave pecado mortal.

«La eutanasia intencional, cualesquiera que sean sus formas o motivos, es un homicidio», reza el Catecismo de la Iglesia Católica. «Es gravemente contraria a la dignidad de la persona humana y al respeto debido al Dios vivo, su Creador. El suicidio es gravemente contrario a la justicia, a la esperanza y a la caridad. Está prohibido por el quinto mandamiento».

Las autoridades locales también tuvieron una reacción negativa. Inmediatamente después de que el inventor de la cápsula Sarco, Philip Nitschke, anunciara a la prensa suiza del uso inaugural su invento, la policía suiza llegó al lugar e incautó Sarco. Se produjeron varias detenciones de personas relacionadas con The Last Resort, una organización sin ánimo de lucro que aboga por el suicidio asistido en Suiza y que había supervisado la muerte de la mujer.

Aunque el suicidio asistido es legal en Suiza desde 1942 -la ley suiza permite el suicidio asistido siempre que la persona ponga fin a su vida sin ayuda externa y que quienes participen en el proceso no tengan en mente ningún beneficio personal-, la cápsula Sarco contraviene la legislación suiza, según la ministra del Interior, Élisabeth Baume-Schneider.

«La cápsula suicida Sarco no es legal en dos aspectos», declaró recientemente Baume-Schneider en el Consejo Nacional. «Por un lado, no cumple las exigencias de la ley de seguridad de los productos y, como tal, no debe ponerse en circulación. Por otro, el uso correspondiente del nitrógeno no es compatible con el artículo sobre finalidad de la ley de productos químicos.»

Nitschke, que afirma haber supervisado el suicidio de la mujer desde el otro lado de la frontera alemana mediante un monitor de frecuencia cardiaca y oxígeno, así como desde una cámara situada en el interior del dispositivo, declaró: «Cuando entró en Sarco, pulsó el botón casi de inmediato. No dijo nada. Realmente quería morir. Calculo que perdió el conocimiento a los dos minutos y que murió a los cinco minutos. Vimos pequeñas sacudidas de los músculos de los brazos, pero probablemente ya estaba inconsciente. Tenía exactamente el aspecto que esperábamos».

Un portavoz de The Last Resort dijo a The Register que Nitschke se reservaba hacer comentarios hasta que las autoridades suizas determinaran si los cuatro miembros del grupo detenidos serían acusados.

Al parecer, momentos antes de entrar en la celda, la mujer hizo una declaración oral a Fiona Stewart, abogada y codirectora de The Last Resort, en la que confirmaba su deseo de morir, y que lo había tenido desde que le diagnosticaron su enfermedad no revelada, que le causaba fuertes dolores. La mujer también fue consultada por un psiquiatra que la consideró capaz de tomar la decisión. Se ha informado de que no tenía antecedentes de enfermedad mental.

Nitschke se ha jactado en el pasado de que su producto representa un paso de gigante en el movimiento de «muerte digna», que ha experimentado avances significativos en países de Occidente en las últimas décadas, incluido Estados Unidos, donde 11 estados han legalizado el suicidio asistido por un médico. En otros tres estados -Michigan, Pensilvania y Nueva York- se han presentado leyes para permitir el suicidio asistido por un médico en la legislatura estatal. 

Pero para Nitschke, el suicidio legal asistido por médicos no satisface su visión final, en la que los suicidios asistidos están «desmedicalizados», lo que significa que pueden obtenerse sin médicos ni psiquiatras, medicamentos difíciles de conseguir ni obstáculos de ningún tipo. El Sarco puede imprimirse en 3D, y sus planos están disponibles en el sitio web de Exit International. Cuando la tecnología esté disponible para la impresión a gran escala, el grupo cree que su producto estará al alcance de cualquiera. 

«No es sólo un privilegio médico para los muy enfermos», dijo Nitschke sobre el derecho a poner fin a la propia vida este verano. «Es un derecho humano fundamental. Si tienes el precioso don de la vida, deberías poder regalarla en el momento que quieras».

Para el padre Thomas Petri, Presidente de la Pontificia Facultad de la Inmaculada Concepción de la Casa de Estudios Dominicanos, el comentario de Nitschke es una triste y depravada inversión de lo que entendemos por el don de la vida.

«La vida y nuestra existencia es de Dios, que la concede a quien quiere. No nos corresponde a nosotros desecharla a nuestro antojo», declaró al Register. «Además, desde una perspectiva simplemente humana, se trata de una pendiente resbaladiza que permitiría suicidarse fácilmente a cualquiera que encuentre su vida difícil por el motivo que sea. También me preocupa la presión moral que podría ejercerse sobre un enfermo para que cometiera este suicidio ‘asistido’».

El año pasado, el Papa Francisco condenó la eutanasia mientras hablaba con periodistas a bordo del avión papal.

«Con la vida no se juega, ni al principio ni al final», dijo. «¡Con ella no se juega! Tanto con la ley de no dejar crecer al niño en el seno materno como con la ley de la eutanasia en la enfermedad y en la vejez. No digo que sea una cosa de fe, pero es una cosa humana: hay mala compasión».

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Comentarios 3

  1. Alma Ramia dice:

    Es terrible tomar una decisión que afecta la salud emoción del que la vive y de los que quedan atrás… Una ironía de la vida… Cuando nacemos por vía natural, sufrimos el impacto del cruce por el canal vaginal… La gran mayoría nos emociona ver nacer y recibir a una críatura sin saber el trauma q esto implica!!! Por otro lado, el proceso de morir también es traumático para ambas partes, y lloramos su partida….Dios siempre está ahí…. Alma Ramia

  2. Alma Ramia dice:

    Es terrible tomar una decisión que afecta la salud emoción del que la vive y de los que quedan atrás… Una ironía de la vida… Cuando nacemos por vía natural, sufrimos el impacto del cruce por el canal vaginal… La gran mayoría nos emociona ver nacer y recibir a una críatura sin saber el trauma q esto implica!!! Por otro lado, el proceso de morir también es traumático para ambas partes, y lloramos su partida….Dios siempre está ahí…. Alma Ramia

  3. Jorge dice:

    Que locura , lo prohíben porque …”el nitrógeno no es compatible con el artículo sobre finalidad de la ley de productos químicos” y no por el fin para lo que se usa . Importa más la química.

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