Las pruebas científicas del milagro eucarístico de Buenos Aires

📖 Ediciones Voz Católica

Más leído esta semana

[Patti Maguire Armstrong – www.ncregister.com – 11/12/2015]

El 15 de agosto de 1996, fiesta de la Asunción de María, se produjo un milagro en la parroquia de Santa María, en Almagro, Buenos Aires.  Luego de la santa Misa una mujer se acercó al padre Alejandro Pezet para informarle de que había encontrado una hostia profanada junto a un candelabro, en la parte trasera de la iglesia. El sacerdote siguió la ley canónica para deshacerse de ella, poniéndola en un vaso de agua para que se disolviera. Sin embargo, la Hostia se convirtió en un trozo de carne ensangrentada.

La colocaron en un sagrario y, al cabo de tres años, como no había signos visibles de descomposición, se abrió una investigación. El 5 de octubre de 1999, el científico Ricardo Castañón Gómez, encargado de la investigación, envió, en presencia de testigos, una muestra de sangre al Forensic Analytical de San Francisco, EE. UU. Además, para no influenciarlos en modo alguno, no se dijo a los científicos de dónde procedía la muestra. El resultado fue que se trataba de sangre humana, del grupo AB positivo.

A continuación se enviaron muestras de tejido al Dr. Frederick Zugibe, de la Universidad de Columbia en Nueva York, cardiólogo y patólogo forense de renombre. Sus resultados, salidos a la luz el 26 de marzo de 2005, identificaron la muestra como carne y sangre humanas. Zugibe declaró que se trataba de «un fragmento del músculo cardíaco que se encuentra en la pared del ventrículo izquierdo, cerca de las válvulas». Dado que los glóbulos blancos habían penetrado en el tejido, declaró que «el corazón había estado sometido a una fuerte tensión, como si el propietario hubiera recibido un fuerte golpe en el pecho».

Mike Wilesee, un conocido periodista australiano, fue testigo de estas pruebas. Wilesee preguntó al científico cuánto tiempo pueden permanecer vivos los glóbulos blancos de un trozo de tejido humano conservado en agua. Zugibe les dijo que en cuestión de minutos deberían desaparecer. Cuando se enteró de que ese trozo de corazón llevaba más de tres años en el agua, Zugibe se asombró y dijo que las células de la muestra se movían y latían como lo haría un corazón vivo, por lo que no había forma de explicar científicamente sus hallazgos.

Entonces Gómez se dispuso a comparar esos informes de laboratorio con los del milagro eucarístico de Lanciano (Italia). Ese milagro tuvo lugar durante el siglo VIII. Un monje-sacerdote, que tenía dudas sobre la Transubstanciación y se preguntaba si el pan y el vino se convertían realmente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pidió la gracia para creer que era verdad. Celebrando la Misa, ante los ojos de numerosos testigos, durante la consagración la hostia se transformó en un círculo de carne y el vino en sangre. La hostia convertida en carne y el vino convertido en sangre, se han conservado sin ningún tipo de aditivo por más de 1.300 años y se encuentran todavía hoy en un relicario de la iglesia de San Francisco de Lanciano. Este milagro fue sometido a pruebas científicas en varias ocasiones, la última de ellas en 1970.

Una vez más, sin revelar el origen de las muestras, los expertos compararon los informes del laboratorio de Buenos Aires con los de Lanciano, llegando a la conclusión de que los informes debían proceder de las mismas muestras. Ambas muestras, en efecto, revelaron un grupo sanguíneo «AB» positivo, que se da en el 5% de la población. El ADN es idéntico, y hay rasgos que indican que el hombre procedía del Cercano Oriente. (También cabe destacar que estos resultados de laboratorio coinciden con los de la Sábana Santa de Turín y el Paño de Oviedo).

Seguir Leyendo

Comentarios 4

  1. Carmen Campos dice:

    Los católicos
    creemos en los milagros y no me cabe duda que son mensajes que envía JESUCRISTO , para
    reafirmar la FE, en estos tiempos tan convulsionados🙏🏻

  2. Rebeca dice:

    Ayúdeme a entender, je, mi intelecto no hizo las conexiones para comprender esta información. ¿estamos comiendo carne y sangre humana en cada eucaristía? ¿O estamos hablando de un elevadísimo nivel de manifestación transfigurada? (Cristo resucitado), es decir, ¿otro tipo de manifestación física que no conocemos pero podemos probar al comprobar que hay células y sangre en aquellas muestras?
    Estoy medio confundida 😵😵😵‍💫😵‍💫 pero quiero entender 😅

  3. Nelly Rochel Moguel dice:

    Gracias por compartir con nosotros los milagros Eucarísticos .

    • Reinaldo Rivas dice:

      En cada celebración de la santa misa, en el momento de la consagración el pan se convierte en el cuerpo y el vino en la sangre de Jesucristo, y Jesucristo es el hijo de Dios, que se hizo hombre para redimirnos del pecado original, con su muerte en la Cruz. La verdad no entiendo tu duda si eres católica

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.