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[Jonah McKeown – CNA – 6/8/2024]
Novak Djokovic se convirtió el domingo en el primer tenista en una docena de años, hombre o mujer, en completar un “Golden Slam” del tenis, ganando los cuatro grandes torneos anuales y una medalla de oro olímpica.
El serbio de 37 años, considerado por muchos el mejor tenista masculino de la historia, derrotó a la joven superestrella española Carlos Alcaraz para ganar el oro en los Juegos Olímpicos de París.
Muchos católicos se fijaron en el hecho de que un eufórico Djokovic se persignó varias veces tras ganar el partido, pero también se habrán dado cuenta de que hizo la señal de la cruz de derecha a izquierda, en lugar de la típica señal católica de izquierda a derecha.
Novak es devoto cristiano ortodoxo, se arrodilla para dar gracias a Dios tras su victoria en los Juegos Olímpicos de París. El campeón de tenis serbio ha ganado su primera medalla de oro olímpica, tras competir en 5 Juegos Olímpicos distintos.
Djokovic es cristiano ortodoxo serbio. La señal de la cruz es rica en significado para todos los cristianos, incluidos los católicos, pero la práctica oriental (del rito bizantino), que podría decirse que es más antigua, añade niveles adicionales de significado.
Según la Enciclopedia Católica, la práctica cristiana más antigua parece ser el trazado de la señal de la cruz en la frente, que más tarde evolucionó hacia la práctica de hacer la señal de la cruz en una parte mayor del cuerpo. San Basilio (329-379) escribió que los apóstoles “nos enseñaron a señalar con la señal de la cruz a los que ponen su esperanza en el Señor”.
Cuando los católicos de rito romano hacen hoy la señal de la cruz, se persignan con la mano empezando por arriba, bajando y luego de izquierda a derecha. Cuando los cristianos de rito bizantino hacen la señal de la cruz, empiezan por arriba, bajan y luego de derecha a izquierda.
Muchas fuentes dicen que parte de la razón por la que la señal de la cruz se hace en esta dirección es porque durante la Divina Liturgia bizantina el sacerdote hace la señal de la cruz de izquierda a derecha, de cara a la gente, que copia sus movimientos en imagen especular.
Sin embargo, ese signo de la cruz tiene otro significado más fácilmente documentado. Los bizantinos mantienen la mano con los dedos índice y medio y pulgar juntos, símbolo de las tres personas de la Santísima Trinidad -el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- juntas como un solo Dios. Los otros dos dedos, el anular y el meñique, que permanecen hacia abajo, simbolizan las dos naturalezas de Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.
Djokovic se educó en la Iglesia Ortodoxa Serbia, a la que pertenecen la mayoría de los ciudadanos del país y varios millones de miembros en todo el mundo. Creció durante una época tumultuosa en la región y sobrevivió a las guerras entre los estados yugoslavos.
En 2011, Djokovic recibió la más alta condecoración de la Iglesia Ortodoxa Serbia “por su amor activo hacia la Madre Iglesia, en particular por su ferviente y persistente ayuda al pueblo serbio y a los santuarios de nuestra Santa Iglesia”. Ha donado varios millones de dólares a la sanidad pública serbia y a organizaciones benéficas de la Iglesia Ortodoxa Serbia.
“Este es el título más importante de mi vida, porque antes que atleta, soy cristiano”, declaró al recibir el premio.
A pesar de que Djokovic exhibe con frecuencia un collar con una cruz, hace la señal de la cruz y habla de Dios, una biografía de Djokovic de 2015 opinaba que “sería erróneo sugerir que es devotamente religioso, pero el papel ritual que la iglesia desempeña en la vida de Serbia es lo suficientemente fuerte como para que forme parte de su vida”.
Aun así, el campeón de tenis ha demostrado ser una persona animada por el amor al prójimo. Dirige la Fundación Novak Djokovic, que se centra principalmente en reconstruir centros preescolares y apoyar a profesores y padres de jóvenes escolares. Y en 2017 abrió un restaurante en Serbia que da comida gratis a los sin techo.
