Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la luz a aquellos que Te buscan. Recibe en el seno de Tu Corazón desbordante de piedad las almas de nuestros hermanos separados.
Piadosísimo Jesús, Tú que eres Luz del género humano, recibe en la morada de Tu corazón lleno de compasión, las almas de aquellos que todavía no creen en Ti, o que no te conocen. Que los rayos de Tu gracia los iluminen para que también, unidos a nosotros, ensalcen tu maravillosa misericordia, y no los dejes salir de la morada de Tu corazón desbordante de piedad.
Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros. Acógenos en el seno de Tu Compasivísimo Corazón y no permitas que salgamos nunca. Te imploramos esta gracia en virtud del más excelso de los amores; aquel con el que Tu corazón arde tan fervorosamente por el Padre Celestial.
Misericordiosísimo Jesús, de quien procede toda bondad, multiplica Tus gracias sobre las religiosas consagradas a Tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos aquellos que la vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo
Misericordiosísimo Jesús, del tesoro de Tu misericordia distribuye Tus gracias a raudales entre todos y cada uno de nosotros…
La Iglesia, siguiendo una antigua costumbre, prepara la fiesta de san José dedicando al Santo Patriarca los siete domingos anteriores al día 19 de marzo, en recuerdo de los principales gozos y dolores de su vida.
La Iglesia, siguiendo una antigua costumbre, prepara la fiesta de san José dedicando al Santo Patriarca los siete domingos anteriores al día 19 de marzo, en recuerdo de los principales gozos y dolores de su vida.
La Iglesia, siguiendo una antigua costumbre, prepara la fiesta de san José dedicando al Santo Patriarca los siete domingos anteriores al día 19 de marzo, en recuerdo de los principales gozos y dolores de su vida.
La Iglesia, siguiendo una antigua costumbre, prepara la fiesta de san José dedicando al Santo Patriarca los siete domingos anteriores al día 19 de marzo, en recuerdo de los principales gozos y dolores de su vida.
La Iglesia, siguiendo una antigua costumbre, prepara la fiesta de san José dedicando al Santo Patriarca los siete domingos anteriores al día 19 de marzo, en recuerdo de los principales gozos y dolores de su vida.