Mete aquí tu dedo, y mira mis manos, y da acá tu mano, y métela en mi costado; y no se incrédulo, sino fiel (Jn, 20, 27) Fue conveniente que...
Los peces del océano viven en agua salada y a pesar del medio salado, tenemos que echarles sal cuando los comemos: se conservan insípidos, sosos. Así podemos vivir en la...
Cuatro lecciones podemos sacar para nuestra instrucción del descenso de Cristo a los infiernos: 1º) Una firme esperanza en Dios. Porque cualquiera que sea la aflicción que le atormente, debe...
Nuestro amable Redentor se acerca al fin de su carrera. Contempla, alma mía, aquellos ojos que se obscurecen, aquel hermoso rostro que se torna pálido, aquel corazón que palpita con...
Y pensar que un día el hombre le negó su corazón a Dios… porque eso es el pecado. Y qué irónico que, por buscarse a sí mismo, terminó dándole su...