la Santísima Virgen es alabada y gusta mucho de que se rece el Santo Rosario, por eso colma de favores a sus fieles devotos: «Por medio
En este día de la fiesta de los Santos Francisco y Jacinta Marto queremos recordar esta conferencia sobre el mensaje de Nuestra Señora de Fátima
Compendio de la vida, muerte, pasión y gloria de Jesús y de María en el Santo Rosario.[1] Credo. La fe en la presencia de Dios;
Anselmo de Canterbury Sermón 52: PL 158, 955-956 El cielo, las estrellas, la tierra, los ríos, el día y la noche, y todo cuanto está
Método escrito por San Luis María para las Hijas de la Sabiduría [1] Me uno a todos los santos del cielo, a todos los justos
Sólo ella lo amó sin interrupción alguna durante todo el tiempo de su vida. Razón por la cual dícese que no hizo sino un sólo acto de amor desde el primero hasta el último momento de su vida. Acto que jamás fue interrumpido. Sólo ella cumplió siempre perfectamente el primero de los mandamientos divinos: « Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas» . De aquí que muchos Doctores de la Iglesia aseguren que su amor aumentaba cada hora; cada momento según algunos, pues cuando un alma, dicen, hace un acto de amor con todo su corazón y con toda la gracia que en si tiene, su amor e rece. De suerte que como esta sagrada Virgen amaba a Dios continuamente con todo su corazón y con todas sus fuerzas, si tuvo diez grados de amor en el primer instante de su vida, en el segundo tendría veinte, cuarenta en el tercero y así iba creciendo su amor, duplicándose cada momento o por la menos cada hora durante toda su vida. Juzgad por esto, qué incendio de amor divino abrasaría a este corazón virginal los últimos días de su vida en la tierra!
Para ello, hay que agregar después del nombre de JESÚS de cada Avemaría una palabrita que nos traiga a la memoria el misterio que se contempla en cada decena, en la siguiente forma
Hermann Cohen era un judío prusiano que se convirtió al cristianismo al ver la presencia real de Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar. Como
En este episodio el P. Gustavo nos habla de María como omnipotencia suplicante.
Estos métodos tienen un carácter marcadamente cristológico; en ellos la alabanza y la intercesión de María nos llevan a la contemplación de Cristo, conforme a la misión de la Madre de Jesús, que consiste en conducirnos al Hijo.
Los métodos son también una ayuda pedagógica para hacer del Rosario una verdadera oración de alabanza divina y santificación humana por la contemplación de los misterios de la vida, de la pasión y de la gloria de Jesús y de María.