Aquí vuelvo a contactarme con todos ustedes, para que no se preocupen, ya que a veces pasan algunas semanas sin escribir y algunos amigos de nuestras crónicas comienzan a preguntarnos si estamos bien. Aquí estamos, vivitos y coleando, gozando de buena salud y muy buen ánimo, gracias a Dios y la Virgen. Y para que sigan rezando, van noticias un poco variadas de estos pagos africanos.
En la anterior les contaba de los preparativos de la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, patrona de la parroquia de Ushetu. Por gracia de Dios disfrutamos de un hermoso día, en cuanto al clima se refiere, que no es poco decir en medio del tiempo de lluvias. Optamos por hacer la procesión al principio, y así les dábamos más tiempo para llegar a los que venían de más lejos, de algunas aldeas que querían participar. Y esto fue providencial, ya que al final de la breve procesión, comenzó a caer un poco de lluvia, y al ingresar a la iglesia, entre cantos y bailes, se largó una hermosa lluvia… de la que casi ni nos percatamos, pues testábamos todos a buen resguardo. Pudimos participar de una muy linda ceremonia, con la iglesia muy bien preparada por las hermanas, y los cantos del coro “unificado” de la parroquia, compuesto por ochenta personas más o menos (es decir el coro de seis aldeas que se juntaron para ensayar desde el viernes anterior). Después de la misa siguieron los cantos de los distintos grupos y coros, y terminamos con el almuerzo festivo, todo esto bajo los árboles y junto al playón que nos ayuda para estas actividades. Estimamos que han participado en la procesión y la misa más de quinientas personas.
De las actividades que se siguieron, retiro y charlas para los catequistas, y miércoles de cenizas, ya les conté en la última crónica, así que pensaba compartirles algunas ideas, y anécdotas simples, que no merecen el lugar de una crónica entera. En primer lugar, una idea que me viene a la mente muy seguido… “lo que ve Jesús desde el altar”, pero en concreto, lo que ve Jesús desde el altar de mi parroquia. Pensando en la parroquia de Kangeme, cuya iglesia se encuentra construida cerca de la calle. La iglesia, es una de las típicas nuestras, sin estilo, como un salón. Las puertas de chapas se abren de par en par, y hay dos ventanas que no tienen vidrios, que no se abren y cierran, sino que son simplemente una reja fija con tela mosquitera. Cuando celebro la misa, veo a los feligreses sentados en los primeros bancos, y veo a toda la feligresía… los domingos, muy concurrida, los bancos llenos, y gente afuera. Los días de semana, cuatro o cinco, y hasta diez o quince, depende de los días. Pero a veces me distraigo un poco al ver por las ventanas del frente a la gente que pasa por la calle. Y entonces pienso que eso es lo que ve Cristo desde el altar de mi parroquia de Kangeme, en Tanzania. Creo que la mayoría de las iglesias están construidas sobre alguna calle, con veredas y vehículos que pasan, peatones. Sin embargo, me llama la atención aquí, pues las puertas abiertas de par en par y las ventanas abiertas también, me ponen en un contacto muy directo con ése mundo exterior… y pienso que Cristo Eucaristía, presente en el altar y en el Sagrario, así lo ve también.
Veo pasar a esas horas a los niños que van a la escuela primaria del gobierno, muchos niños. Entre ellos algunos se frenan a mirar a ver qué pasa ahí dentro de la iglesia. Curiosean, y siguen camino. Algunos van hablando, haciendo bromas, van en grupos. Otros se hacen la señal de la cruz, y muestran que son católicos, y saben qué es la iglesia. Veo pasar carretas tiradas con bueyes, trayendo leña, llevando tabaco, jadeando bajo el peso de pesadas piedras para construcción… hombres que pasan conversando, otros, cantando, algún que otro borracho tambaleándose… Algunas mujeres conversando, otras cargando algún peso sobre su cabeza, ya sea agua, o leña, o alguna otra cosa. Muchos de ellos miran, algunos de reojo, o escuchan los cantos, o lo que decimos. Los niños de nuestra escuelita parroquial, que ya saben un poco más de la fe y de las celebraciones, me causa gracia verlos hacer una genuflexión solemne en medio de la calle de tierra y sin veredas, ante la mirada atónita de muchos de sus amigos que caminan con ellos. Me ha pasado que hasta me han saludado agitando las manos, mientras yo estaba en pleno prefacio de la misa. Para no distraerme, me gusta pensar que eso es lo que ve Cristo desde el altar. Y he puesto a todas las personas que pasen frente a la iglesia en la intención de la misa, de rezar por todos ellos. Como lo hace Cristo, en el altar, ofreciéndose por todos. Por los que pasan, por los que pasaron, y los que van a pasar… no sólo por esta calle, sino por esta vida. Aunque muchos de ellos ni lo sepan, y aunque “no lo quieran”, como dice la fábula del P. Castellani .
Pasando a otra cosa, tal vez algo muy personal, pero les pido que me permitan hacerlo, y me disculpen también. El mes pasado cumplí cincuenta años, y podemos decir que este tipo de “jubileos” son especiales. Pero esta referencia la hago especialmente para agradecer a todos los compañeros de misión, pues realmente me hicieron gozar de un gran día. Lo han hecho con mucha caridad, y no sólo me refiero a los detalles que rodearon los festejos, sino especialmente que me han hecho dar gracias a Dios por estar aquí. Y porque al pasar los años, más nos damos cuenta de la obra de Dios, en nuestra vida, y por medio nuestro y a pesar nuestro, en la misión. Pero que en verdad nos sorprendemos al mirar un poco para atrás. Doy gracias inmensamente a los padres del IVE, y las hermanas Servidoras, por el gran día que me regalaron. Pero de manera especial quería hacer referencia a que la semana anterior terminaba de leer el libro póstumo del P. Buela, y pude gozar allí de un texto que me sirvió de manera especial en ése día, un texto que el padre pone justamente para agradecer y considerar todos los beneficios recibidos, mirados al final de la vida, y que me gustaría compartir con usstedes: “¿Acaso podríamos olvidar tantas Misas con sus comuniones y sus cantos? ¿Tantas horas de adoración latréutica? ¿Tantos Rosarios? ¿Tantas Reconciliaciones? ¿Y la oración vital? ¿Las visitas a Jesús Sacramentado? Las “visitas” a Jesús en los hambrientos, sedientos, fuera de su casa, desnudos, enfermos, presos, al que no sabe, al que necesita consejo, al que yerra, al que se debe perdonar, al triste, al débil, rezando por los vivos y los muertos.
El estudio de la Biblia, de las lenguas, de la filosofía, de la teología, ¿acaso no alumbraron nuestras almas, deslumbrándolas? Las clases, las lecturas, las jornadas de estudio y las de los universitarios.
Los domingos, día del Señor, con su comida especial y en familia, con su sobremesa acostumbrada.
Las convivencias, los campamentos, las peregrinaciones, las jornadas −bíblicas, tomistas (para los grandes y para los adolescentes), de jóvenes, de las familias, de los hermanos de sangre, de los pobres− las fiestas, en especial, la fiesta reina del Seminario con las ordenaciones y primeras Misas, las noticias de las nuevas vocaciones, de los oratorios, de las nuevas fundaciones en distintos países. (…) Los apostolados con los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos. Las misiones populares, la atención a los enfermos, las oraciones por los difuntos, la misión permanente, la predicación de los Ejercicios, la enseñanza del catecismo, los Cursos de Cultura Católica, las clases y las conferencias, los escritos… Todo esto es nada frente a lo que estará escrito en «el libro de la vida» (Ap 21,27) de cada uno que haya sido fiel.” (El Señor es mi Pastor, Págs. 869-870).
Dios los bendiga a todos. ¡Firmes en la brecha!
¡Viva la misión! ¡ Y Viva la Familia Religiosa!
P. Diego Cano, IVE.
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Comentarios 5
Interesante punto de reflexión ” lo que ve Jesús desde el altar” de alguna manera nos interpela en ampliar nuestra mirada , ver a todos y cada uno de los que nos rodean , agrandar el abanico de oración y pedidos de gracia que tanto se necesita.
Gracias padre Diego y feliz cumpleaños , muy lindo su relato de agradecimiento Dios lo bendiga siempre.
Gracias Padre Diego Cano por compartir sus experiencias como misionero en tan lejanas tierras. Que la Virgen lo siga cubriendo con su manto y lo proteja siempre. Desde Argentina le deseo un muy feliz cumpleaños y que en este nuevo año de vida Dios le dé las Gracias necesarias para seguir creciendo en santidad. Sigo rezando por sus intenciones 🙏
Padre Diego Cano desde San Luis, Argentina. Muy agradecida por todas las vivencias como misionero en esas tierras tan lejanas. Admirable su labor y desempeño . No nos dejes de enviar sus comentarios que son una caricia para el alma. Feliz cumpleaños Padre y por muchos más!!! Dios y la Sma Virgen lo cuiden y colmen de bendiciones . Deseo sea un Sto sacerdote. Hasta pronto Padre Diego. Unidos en oración.🙏
Padre , su texto y su sentir me mueve a que mi intencion de cada dia, sea para los niños que están sufriendo la consecuencia de las guerras, por los niños palestinos , de Ucrania, de mi propio México y del mundo tan convulsionado por la violencia. En especial por un niñito que vi en tik tok y que vende nueces y dijo con esa inocencia pura de 11 años, que apenas tiene una comida al dia, que su padre fue asesinado y que cayó una bomba en su casa, quedando solo él y su hermano. Padre, roguemos por él que representa la niñez vulnerable.
Hola Padre Cano…
Me gusta leer lo referente a la Misión y comparto sus experiencias con otras personas para que también conozcan esa realidad que es contraria a otras que publican las redes y que desvirtuan la imagen y labor de los sacerdotes, hermanas y tantos consagrados.
Jesús mirando a través de sus ojos!!! Sobrecoge tomar conciencia de la magnitud de ese sencillo gesto . Gracias a Dios y a usted por compartirlo.
Me atrevo en esta oportunidad a pedirle que ore por el consuelo de la familia Bolea por la reciente pérdida de Javier también de cincuenta años, padre de familia. Y que Dios lo Bendiga con muchos y saludables años más para que el Amor de Dios se siga manifestando a través de su generosa entrega. FELICIDADES Y GRACIAS !!!