Esta semana que pasó casi que no hemos podido ir a las aldeas, pues por un lado han comenzado las lluvias, y esto hace que la gente esté muy dedicada al cultivo de sus campos, y por otra parte estamos en preparativos de las confirmaciones, y muchas actividades se centran en esto que es tan importante. En relación a lo primero, podemos decir que el trabajo de celebrar misas en las aldeas se reduce un poco en este mes, porque la gente trabaja en sus campos especialmente cuando comienza a llover, para preparar la tierra y plantar sin demora, para asegurarse de cosechar algo antes de que se terminen las lluvias. Por eso, este mes es difícil en relación a las visitas a las capillas, además de que en cuanto a los caminos, también se complica un poco más. Lo positivo de este tiempo es que la gente se pone muy contenta, después de seis meses de sequía, todo el mundo va a sus campos a trabajar, azadón al hombro, adultos, jóvenes y niños… y los campos van cambiando su fisonomía, el paisaje va tomando color, brotando el pasto verde, brotando las hojas nuevas en los árboles… y hasta el clima se pone más fresco y agradable. La lluvia siempre es una bendición de Dios por estos lares.
En relación a lo segundo, los preparativos para las confirmaciones, les cuento que al menos en esta diócesis, que es lo que yo conozco, no es costumbre hacer confirmaciones cada año en la parroquia, sino que el obispo y el párroco van viendo, y a veces se puede dar que pase más de un año sin las confirmaciones. Aquí es costumbre que sólo el obispo hace las confirmaciones. Esa es una de las razones por las que tal vez no puede ir a todas las parroquias cada año, pues son más de treinta. Pues bien, en nuestra parroquia de Kangeme estamos en plenos preparativos para esa gran fiesta, que será el 3 de noviembre. Ese día también es domingo, pero además en el calendario es el día de San Martín de Porres, el patrono de la parroquia.
Para las confirmaciones, en primer lugar, hace dos semanas se hizo un examen, bastante exigente, al menos para que sepan las cosas más importantes de la fe, y las relacionadas con el sacramento que van a recibir. Los que pasaron el examen fueron 105, quienes fueron invitados el fin de semana pasado a hacer un retiro. No vinieron todos, pues algunos alumnos del secundario debieron quedarse en el colegio para prepararse el examen nacional. Sin embargo, tuvimos a más de 80 confirmandos en el retiro, los cuales aprovecharon a tener algunas charlas, la confesión, la misa, procesión con la imagen de la Virgen y un rato de adoración al Santísimo guiada. Todo esto amenizado con juegos y competencias, un poco de deporte, y eutrapelia. Es costumbre que el obispo les haga un examen a todos antes de la ceremonia, y se lo toman muy en serio, pues ha habido algún caso de que no dio la confirmación porque no estaban suficientemente preparados. Por eso les pido que recen por nuestros confirmandos, para que el próximo domingo puedan responder satisfactoriamente a las preguntas del obispo, y así tengamos la fiesta completa.
Es común en esta parte del fin de año, que nos pidan misas en los colegios secundarios, para pedir la bendición para los alumnos que van a hacer el examen nacional de segundo año. Por eso tuve la oportunidad de ir al colegio secundario de Mweli, en la parroquia de Ushetu. Es algo increíble que podamos hacer este apostolado en un colegio estatal. En Tanzania hay libertad de culto, y cada religión tiene su tiempo de reunión en la escuela.
Nosotros los aprovechamos bastante, enviando a los hermanos, a los catequistas, a dar catecismo en esa hora semanal. En esa hora se nos permite a los sacerdotes también ir, y celebrar la misa y confesar. En esta visita me acompañaron dos hermanas, y al llegar los alumnos me pidieron confesión. No tienen ningún tipo de vergüenza de confesarse, y se arrodillan delante del sacerdote en medio del patio del colegio. En las otras aulas se escuchan los cantos de los evangelistas, y a los musulmanes les permiten ir hasta la mezquita más cercana. Mientras se rezaba el rosario, en un aula llena de alumnos hasta no poder ni arrodillarse, yo confesaba afuera a un grupo inmenso que había hecho fila, y que sólo tuvieron oportunidad de hacerlo los primeros. No podíamos demorar mucho más, porque se termina el tiempo de religión. Así que inmediatamente celebré la misa con el aula abarrotada de jóvenes. Mucho respeto en todos, y uno puede aprovechar mucho una oportunidad sin igual, para predicarle a los jóvenes que pertenecen a muchas aldeas distintas. Al terminar la misa se hace la bendición de los elementos que van a usar para hacer el examen: lápices y bolígrafos, reglas, cuadernos, etc. Este domingo me tocó hacerlo también en la iglesia de Kangeme, pues vinieron los alumnos del secundario a participar de la misa en la parroquia y hacer bendecir los útiles escolares. El padre Francisco otro colegio que está muy lejos, en Seleli, y al que pudo llegar luego de un larguísimo viaje, porque el río ya estaba lleno de agua con la llegada de las primeras lluvias.
Y si les cuento de las lluvias, les digo que también viene el tiempo de los insectos. Dentro de la casa se pueden ver cantidad de “arañas de la lluvia”, que corre muy veloz, y según dicen aquí, “tiene un veneno muy fuerte, como la víbora”. También variedad de escarabajos, cascarudos, hormigas voladoras, insectos de todo tamaño y forma. Yo estoy actualmente en Kangeme con el hermano Boniface, y hacemos adoración a las siete de la tarde, ya de noche. Las ventanas no tienen tela mosquitera, y las luces atraen todo tipo de insectos voladores. Nos vemos muchas veces esquivando el vuelo rasante de grandes cascarudos, y los otros días, el altar estaba tan lleno de insectos, el pie de la custodia, y la custodia misma, que cuando tuve que dar la bendición eucarística, no sabía por dónde tomarla. Con ayuda del paño humeral sacudí a los que pude para poder agarrarla. Había insectos hasta caminando por la rayera de la custodia, y la bendición no gozó de la solemnidad requerida, sin mucha lentitud. Es común que mientras estamos sentados en los bancos, no pongamos los pies en el piso sino en el reclinatorio, y siempre estemos mirando cuando algo se mueve, por las dudas de que no aparezca algún escorpión, que también se los puede ver en esta época.
Por último, les cuento que por gracia de Dios, el martes pasado, día de San Juan Pablo II, llegó de regreso a nuestra casa de formación, el Hermano Petro. Es una alegría que esté con nosotros, luego de cuatro meses de haber ido a Mwanza. Parece que su herida de la pierna amputada ahora está bien. Les pido oraciones también por esto.
Que Dios los bendiga, y ¡firmes en la brecha!
P. Diego Cano, IVE
Comentarios 4
Estimado padre Cano que alegría recibir su crónica, rezo por ustedes por su apostolado ,y para que todas las confirmaciones se puedan lograr; me alegro que Petro este recuperándose bien, San Martín de Porres los proteja, hasta la próxima si Dios quiere.
La crónica del P Cano la contemplé , hice un lindo recorrido desde mi mente, imaginando paso a paso todo lo narrado. El Señor los continúen bendiciendo, perseverando en la fe , la caridad y la misericordia.
Desde Costa Rica( América Central) mis humildes oraciones y mi corazón con ustedes.
Padre Cano que belleza de narración muy emotiva la seguí con mucha atención y admiración por usted por ese gran Don de Servicio y Fe, que Jesucristo nuestro Señor y la Santísima Virgen Maris sea con usted siempre.
Buenos días como están?? Un saludo desde Colombia (Medellín).. soy catequista de mi parroquia y quisiera saber si ustedes me pueden compartir el examen que mencionan para confirmación, viniendo de parte de ustedes debe ser muy completo… De ser posible se los agradezco enormemente y de no serlo también; gracias x todo lo que publican de gran ayuda para nuestras almas.