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En las paginas de la Sagrada Escritura junto a la adorable persona de Jesucristo aparece en abierto contraste y oposición, la siniestra persona del fariseo. A lo largo de toda su vida Cristo se presenta con sus palabras y acciones como el anti-fariseo por esencia, al tiempo que el fariseo se retrata como anti-cristo: Cristo contra los fariseos y los fariseos contra Cristo. No existe punto de contacto entre el Espíritu que mueve a Nuestro Señor y el espíritu farisaico. Todo el evangelio nos muestra este choque de espíritus antagónicos.

En efecto, fue el fariseísmo que persiguió a Jesucristo, quien tramó siempre contra El, quien planeó y calculó su muerte y quien finalmente lo asesinó por mano de los romanos.  El gran teólogo Leonardo Castellani no duda en afirmar que “toda la biografía de Jesús de Nazareth como hombre se puede resumir en esta fórmula: ‘Fue el Mesías y luchó contra los Fariseos” —o quizá más brevemente todavía: “Luchó contra los Fariseos”.

Las palabras del Divino Salvador para con los fariseos fueron de las mas duras escritas en los libros sagrados, denunciando públicamente la hipocresía y crueldad como característica principal del fariseísmo. Cristo denunció y dejó al desnudo la ferocidad farisaica, y el fariseísmo juró dar muerte al Cordero. Escribe Castellani que “el drama de Cristo fue éste. Así murió el Salvador. Toda su mansedumbre, toda su dulzura, toda su docilidad, sus beneficios, su prudencia, su elocuencia, sus ruegos, sus lágrimas, sus escapadas, sus avisos, sus imprecaciones, sus amenazas proféticas, su talento artístico, su sangre, su muda imploración de Eccehomo habían de estrellarse contra el corazón del fariseo más duro que las piedras; de las cuales es posible hacer hijos de Abraham más fácilmente que de quienes se creen salvados por el hecho de llevar sangre de Abraham”.

El fariseísmo es el cáncer de la religión, y es el perenne drama de la Iglesia. Así como el fariseísmo fue causa de la ruina de la sinagoga en tiempos pasados, ahora trata de corroer a la Iglesia de Cristo. Es el drama de Cristo y el drama de la Iglesia.

La actual crisis de la Iglesia no es sino una crisis de Fariseísmo. Pero, ¿Dónde están los fariseos hoy? ¿son acaso los que participan del rito extraordinario o del rito ordinario? De ninguna manera. El verdadero fariseo de hoy esta en el espíritu que parece animar aquellos que promueven una visión distorsionada de la Iglesia de Cristo, en los partidarios de la “hermenéutica de la discontinuidad”, los en apariencia mansos y tolerantes para con todo (menos para con la sana doctrina).

La descripción del fariseo la hizo Cristo, y es valida para los fariseos de hoy:

Jesucristo describe al fariseo como en apariencia religioso, manso y humilde, hablando de Dios, pero cuyo “corazón está lejos de mí.” (Mt. 15,8). Esta apariencia de religiosidad exterior tiene como fin especifico anular la Palabra de Dios, tanto escrita (Sagrada Escritura) cuanto oral (Sagrada Tradición) reemplazándola  por doctrinas de hombres más acordes con el mundo moderno: “habéis anulado la Palabra de Dios por vuestra tradición.” (Mt,15,9) Se trata de hombres “ciegos”, que no ven que sus planes pastorales son estériles, que reemplazar la doctrina divina sobre la moral conyugal, el matrimonio, el sacerdocio, la gracia, la homosexualidad y un largo etc., solo produce rechazo y muerte, porque la vocaciones sacerdotales y religiosas no llegan, los seminarios se vacían y los hombres no son atraídos a una Iglesia mimetizada con el mundo: “Dejadlos: son ciegos que guían a ciegos”. Ejemplos concretos sobran, basta mirar la realidad eclesial en la tierra natal de Martin Lutero para notarlo.

Estos nuevos fariseos con su doctrina “humana” de la falsa tolerancia e inclusión, que bajo el manto de la misericordia llaman bien al mal, reciben también hoy como rayo divino la sentencia del Divino Salvador: “fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar.” (Mt. 23,13). De allí que los nuevos fariseos siguen siendo “¡Insensatos y ciegos!” (Mt, 23, 17) pues con esta falsa doctrina y piedad, hacen del pobre fiel que los escucha “hijo de condenación el doble que vosotros!” (Mt. 23,15).

De allí que el Señor reemprenda hoy y siempre al fariseo hipócrita que engaña a los fieles escondido bajo el disfraz del humanitarismo, la fraternidad y tolerancia, denunciando que los tales son “semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad”. (Mt. 23, 27-28).

El verdadero fariseo no es por tanto aquel que gusta del rito extraordinario, ni aquel que participa de rito ordinario, sino aquel que bajo capa de piedad engaña a los hombres cambiando la doctrina divina por una doctrina humana y que, a pesar de hablar de mansedumbre y tolerancia, se muestran enemigos de todo aquel que no acepta su nueva doctrina. Tolerancia con todo, menos con la sana doctrina y mucho menos con aquellos la viven.

El verdadero fariseísmo es la “carnalización” de la religión (mundanización) y la perversión de la doctrina divina. “Y al final será peor, escribe Castellani, En los últimos tiempos el fariseísmo triunfante exigirá para su remedio la conflagración total del universo y el descenso en persona del Hijo del Hombre, después de haber devorado insaciablemente innúmeras vidas de hombre”.

 

 

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Comentarios 12

  1. Victoria Galvez dice:

    Padre me gusto su escrito pero si no es claro y es mas especifico dificilemente va salvar almas y abrir los ojos. Quienes estan haciendo una “carnalizacion” los obispos que estan a favor del matrimonio gay? tiene que ser claro y sin miedo para denunciar y anunciar el Evangelio.

    • Anónimo dice:

      Creo que el padre Emanuel ha sido conciso.

      Lee sobre la vida de Jesús y sabrás que es lo que pensó él sobre los gays.

      Cada uno tiene su interpretación… dependiendo de lo corrompido que esté.

      Mi interpretación es que, Jesús es igual a amor; pero no perversión. Eso lo dice todo. Y mientra haya amor (al prógimo) y respeto, Jesús estará ahí; pero no cuando haya perversión.

      Es dificil sacar la perversión de nuestros corazones humanos. A mi me cuesta horrores; pero lo intento una y otra vez para acercarme lo mas posible a Jesús.

      No sé si te has dado cuenta, que el enemigo, está dentro nuestro. O mejor dicho, tiene una habilidad especial para meterse en nuestro corazón a la más mínima oportunidad y ensuciarlo. ¿Tu meterías a Dios en tu corazón estando sucio? No es lo más adecuado para quien más amas, ¿no?

      El enemigo está dentro de ti, y lo sabes; pero tambien una parte de ti te dice lo que está bien. Y como diferenciar el bien de un espíritu corrupto con el bien de una espíritu puro.

      Muy facil, el puro jamás te controlará, siempre te dará libertad para hacer lo que quieras en tu vida, te dará voluntad própia y no te manipulará, solo te aconsejará y rectificará, para que crezcas fuerte y des un fruto valido para ti y los demás; pero aun sí, tú, no harás nada que te aleje de ese espíritu puro llamado Dios. Porque alejarte de él significa dejar de sentirlo y convertirte en alguien, manipulable y a merced del enemigo.

      Desde mi punto de vista (y soy una persona normal), en cuanto al sexo, puedes tener sexo con quien quieras; pero si hay perversión y no hay amor, estarás pecando. Aunque una parte de ti diga, bueno, Dios lo perdona todo… o no ha pasado nada. No te dejes engañar por el enemigo, si cometes perversión es pecado. Y si lo cometes debera de haber una penitencia (para limpiar tu corazón). Pero tampoco es justo, cometer pecado y peniencia, pecado y penitencia, así eternamente. Errare humanum est, sed perseverare…

      PD: El amor es el acto por el que se piensa en la otra persona de forma pura como nos enseñó Jesús en su vida; la perversión es el acto para satisfacer nuestros propios placeres a costa de dañarnos a nosotros mismos o a otros (los fariseos de los que habla el padre).

      ¿El matrimonio gay, es esencial para ti y para los demás?

      Ya lo dijo Jesús: piensa en ti y en los demas como si fuera Dios a quien trataras.

      Se que es dificil, muy dificil… pero se intenta, se intenta.

      Dejar de intentarlo es perder la voluntad.

      • Daniela Vazquez dice:

        Padre Emmanuel, excelente reflexión!! Gracias….me siento humildemente bendecida porque Dios me incluye en su revelación, a mi que soy tan pequeña…
        en los E.e.+ gracias al Padre Gustavo Lombardo, conocí al Padre Castellani y a Monseñor Fulton Sheen, el inmenso amor amor a María y a los Jóvenes de San Juan Pablo II , el gran ENCUENTRO de Jesús con San Ignacio….no acabaría nunca de nombrar todo lo que aprendí y aprendo.
        Mis oraciones por la santidad de cada uno de Uds. y mi cariño.

    • Alfredo Javier dice:

      San Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales es muy contundente, sin dar lugar a dudas, recuerdo las meditaciones/platicas sobre el “Principio y Fundamento” y “Dos Banderas”, entre otras, si las vivimos realmente, el Señor nos abre mucho los ojos para discernir esta horrenda corrupción del fariseísmo. Ya decía Aristóteles que la corrupción de lo mejor era lo peor…

  2. Padre Enmanuel….Excelente reflexión. Los escritos de P. Castellani son profecías que se hacen verdad.
    Gracias por la esperanza, de que los fieles vean.. de mostrar el fariseismo actual…
    Saludos y Bendiciones
    Maria

  3. Luis Romero Abadie dice:

    Dios bendiga a todos los seres humanos, especialmente nos de ayuda a los más necesitados, ablande todos los corazones para poder llegar a Cristo, amén.

  4. Excelente artículo

    • Graciela Bocchia dice:

      Excelente explicación que viene a ampliar lo dicho puntualmente por el P. Emmanuel. Ama y sé libre, decía San Ignacio, creo, y en ese amor está Dios presente… Dónde hay perversión no conjuga el amor divino… Pasa a ser otra cosa… En la homosexualidad es pecado…

  5. Laura dice:

    Muy bien. Me hace pensar en la iglesia católica alemana , la irlandesa, y tantas otras que por dar respuesta a la evolución social económica mundial le dan apertura a pensamientos ambiguos y peligrosos. Esos pensadores divagantes, teóricos, filósofos del poder, han llevado a sociedades como las nórdicas a vivir individualmente solos, morir solos, sin la pasión redentora para la humanidad
    del amor y el perdon. Mezclarsee con el otro es “peligro “.. invacion , perdida de dominio. Con apariencia del más cuidadoso respeto destruyen al hombre y su Dios. Le matan las creencias… Y así lo dejan solo.Todopoderoso pero un centro en si mismo.

  6. Sr:Mio y Dios mio.
    Ayúdame a no fijarme tanto,en mi prójimo, como en mi misma.
    Dame un corazón manzo y humilde,como el tuyo

  7. Raquel Huerta dice:

    Excelente artículo.

  8. Lucas Valverde dice:

    Me parece desde mí humilde opinión que el fariseísmo es también otra cosa. Es soberbia de creerse mejores que los demás. Recordar la historia del fariseo y el publicano Luc 18, 9-14. Y la falta de Caridad en pos de doctrinas y tradiciones humanas. Que ponen esas doctrinas por delante de la Caridad. Mt 23, 23. Y creerse las “perlitas del Señor”, mientras que los demás , incluído pecadores, son tratados como leprosos. Es la hipocresía de imponer cargas enormes que ellos no están dispuestos a llevar o condenar cruelmente a los demás, pero cuando el pecado está entre ellos lo encubren Mt 23,4. Recordemos hermanos Mt 12,1-7.
    Pax et bonus
    Bendiciones

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