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María Santísima, nuestra Madre del Cielo además es Corredentora.

¿Qué es redimir? Primero aclaremos ese término. Redimir viene del latín “Re” y “Emo” que “Emo” es comprar y “Re” es volver a comprar. Redimir entonces es volver a comprar algo con un precio nuevo que antes de algún modo ya lo habíamos comprado. Si se quiere esa es la idea.

Jesucristo es nuestro Redentor, por supuesto con todas las letras, el principalísimo que, con su Sangre, miren a que precio hemos sido comprados, sí, nos rescata, nos compra, nos libra del pecado de satanás y entonces nos devuelve la vida de la gracia, nos devuelve la justificación.

¿Por qué es volver a comprar? Porque ya éramos de Cristo, éramos de Dios, al crearnos Dios nos creo en gracia. Bueno, esto de redimir que lo tiene como principal a nuestro Señor Jesucristo por supuesto, le toca a María con una perfección que no se da en ninguna otra creatura, por eso es la única que puede ser llamada Corredentora unida por supuesto al Redentor que es nuestro Señor Jesucristo.

Ella es corredentora, en primer lugar, porque es nuestra Madre como ya decíamos en el videíto anterior. Por eso la podemos llamar mejor todavía “Madre Corredentora” a propósito usamos ese titulo siguiendo a un gran teólogo el padre Lamera, le voy a leer un texto de él que dice así “La corredención es una función maternal, es decir una actuación que le corresponde y ejerce María por su condición de Madre. Es Corredentora por ser Madre, es Madre Corredentora”.

Recordemos María es Madre de nuestra vida espiritual, de la vida de la gracia, de la vida que nos hace justos, de la vida que Jesús nos ganó al redimirnos, por eso al ser Madre de esa vida, por ser Madre de Cristo, como explicábamos, Ella también entonces es Corredentora. No solamente por eso, sino también porque Ella al pie de la Cruz y no solamente al pie de la Cruz, sino también durante toda su vida, ya lo vamos a ver brevemente, Ella también inmoló a su Hijo, ofreció a su Hijo en la cruz como lo hizo el Padre Celestial.

No esta este titulo de Corredentora, con esa palabrita en la Sagrada Escritura, pero está implícito en varios textos que los cito brevemente, ya en aquella promesa del Señor cuando le dice a la serpiente de Dios le dice a la serpiente “pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo…”la mujer esa como sabemos porque Isaías nos habla “va a ser virgen”, y Miqueas nos dice “El Redentor va a nacer en Belén”, y los Evangelios nos dicen que es María esa Madre del Redentor, entonces esta puesta n la Escritura como alguien que va a cooperar con esa salvación que Cristo nos trae .

Los Padres de la Iglesia han sido unánimes recordemos que la fuente de la Revelación nuestra es la Escritura, los Padres de la Iglesia y el Magisterio. Hay muchísimos textos que serían incontables y excedería a este video y a muchos otros donde nos hablan de esta gran verdad los Padres de la Iglesia apoyándose por supuesto en la Escritura. La Tradición entonces lo afirma claramente y el Magisterio se ha hecho por supuesto eco también de esto que afirman los Padres de la Iglesia que lo toman de la Escritura.

Del Magisterio solamente voy a citar un texto por la extensión de estos cortitos videos del Papa Pio Nono quien dice así “ así la Santísima Virgen unida a Él, al Señor con apretadísimo e indisoluble vinculo, ejercitando con Él y por Él sus sempiternas enemistades contra la venenosa serpiente y triunfando de la misma plenísimamente aplastó su cabeza con el pie inmaculado”

Y María como veníamos diciendo al pie de la cruz y con su preparación, la preparación de la Hostia, de la Victima, María sabía que, al dar de comer, al educar, todo lo que hace una madre con su hijo, a Jesús lo estaba preparando para su sacrificio. En eso Ella iba siendo corredentora, iba asociando a ese sacrificio.

Y después en la Cruz Ella también lo entregó. Ella aceptó la voluntad del Padre perfectamente, Ella estaba también haciendo un acto de oblación y de fe profundísima a la voluntad de Dios, así como Jesucristo tuvo la kenosis como nos dice la Escritura en Filipenses el despojamiento, el anonadamiento del Verbo al hacerse hombre, así María participó por la fe en esa Kenosis.

Va a decir el Papa san Juan Pablo II en la Encíclica “Redemptoris Mater” que quizás es la Kenosis de la fe más grande que ha habido en la historia la de María, ese despojamiento, ese anonadamiento al entregar a su Hijo también en la cruz. Ella aceptaba ese sacrificio y por supuesto también es su mismo sacrificio como va a decir san Agustín “Los clavos si traspasaron del cuerpo físico de Cristo, pero también traspasaron el alma de María”.

Nosotros no podemos contar o valorar lo que María sufrió al pie de la cruz, no podemos y Ella como Madre aún sin hacer uso de toda la autoridad de ser Madre de Dios, sino como madre tan sabia y buena podría haberse interpuesto ante la voluntad del Padre y hablar por ejemplo con Pilato y con todas las razones que puedo haber dado con toda la sabiduría que tenia convencerlo de que no aceptase lo que le pedían los fariseos y demás. María no hizo nada de eso, quería lo que el Padre Eterno quiso y lo que su hijo también quería, así como nos enseña santo Tomás con la Escritura de por medio por supuesto el Padre entregó a su Hijo a la Pasión, también María entrego a su Hijo a la Pasión. Como decíamos en algún video anterior en algún momento incluso de su vida María hasta lo impulsa al Señor a la Cruz porque era el camino para salvarnos y la voluntad del Padre Eterno.

Que nuestra Madre entonces Corredentora, es decir redentora con Cristo, unida a Cristo, el Redentor por supuesto es el Señor nos ayude a nosotros a valorar todo lo que Ella a hecho y a entonces así amarla mucho más y apoyarnos en su maternidad, en su intercesión ante nuestro Señor y en definitiva en su amor para cada uno de nosotros.

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