Día 08 – Pasión y muerte de Cristo

Queridos todos,
San Ignacio nos recuerda que Cristo fue fiel hasta el final y entregó su vida para demostrarnos que, por encima del pecado, está la verdad y la bondad infinita de Dios, y que no hay ningún sufrimiento, por terrible que sea, que pueda apartarnos del Señor.
Perseveremos en buscar siempre hacer la voluntad de Dios, sin temor a las adversidades, y pidiendo la gracia de comprender que no existe amor verdadero si no tiene como fundamento a Cristo Crucificado.
¡Ave María y adelante!

† Por la Señal de la Santa Cruz …

Acto de Contrición

Señor Jesucristo, que de Creador has venido a hacerte hombre, y de vida eterna a muerte temporal, y así morir por mis pecados, te pido perdón por todas las ofensas cometidas contra tu Sacratísimo Corazón y te suplico la gracia de alcanzar un crecido e intenso dolor y lágrimas de mis muchos pecados. Amén.

Oración a San Ignacio

Glorioso San Ignacio, que nos diste ejemplo admirable de cumplimiento de la voluntad de Dios, y nos has dejado los santos Ejercicios Espirituales como método preciso para discernimiento espiritual y herramienta valiosísima para ordenar nuestra vida según el beneplácito divino, te pedimos que intercedas por nosotros y nos alcances la gracia de poder vencer nuestros afectos desordenados y así en todo amar y servir a su divina majestad. Amén.

 

Texto para la meditación del día

San Ignacio en la “Tercera Semana” de sus Ejercicios Espirituales nos invita a confirmar nuestro propósito de conformar, adecuar nuestra vida a la de Cristo, meditando para ello la Pasión de Nuestro Señor.
[EE, Num 195] “ … considerar lo que Christo nuestro Señor padesce en la humanidad o quiere padescer”, y todo lo hace “por mí”, porque “por mis pecados va el Señor a la Pasión” [n. 193].
Se trata de identificarnos con Jesús, de [EE, Num 203] “… demandar lo que quiero, lo cual es proprio de demandar en la passión, dolor con Christo doloroso, quebranto con Christo quebrantado, lágrimas pena interna de tanta pena que Christo passó por mí”. Y este “por mí” también debe entenderse “por amor a mí”, digamos con San Pablo “me amó y se entregó por mí” (Gal 2,20).

Recemos jusnto a San Ignacio:

Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos. Amén.

Oración

San Ignacio, que tenías por gran merced poder compartir los sufrimientos de Cristo, alcánzame la gracia de comprender que no existe amor verdadero si no tiene como fundamento a Cristo Crucificado.

 

Petición de la novena

(hacer la petición que se quiere alcanzar en esta novena por intercesión de San Ignacio)

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

 

Oración final

San Ignacio, tú nos mostraste que siendo dóciles al Espíritu Santo podríamos ordenar nuestra vida,  te pedimos en esta novena nos alcances la gracia   de saber usar de todo lo creado “tanto cuanto” según la voluntad de Dios, para que todas nuestras decisiones sean puramente ordenadas según su santa voluntad  y para mayor honra y gloria suya.. Amén

“Tomad Señor y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi  entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y mi poseer, Vos me lo disteis, a vos, Señor, lo torno, todo es vuestro, disponed a toda vuestra  voluntad, dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”. Amén

Letanías de San Ignacio

De manera opcional les ofrecemos las letanías a San Ignacio en formato de PDF:

Lecciones