Relación Iglesia y Estado

Tenemos, pues, el mismo hombre o los mismos hombres que tienen dos fines distintos, pero ordenados el uno al otro; una sociedad perfecta, con sus autoridades específicas y sus medios específicos, para cada uno de sus fines; cada una de ellas autónoma en su esfera. El mandato positivo divino innova respecto del orden natural (que exigiría, no que el Estado se desentendiese de la religión, sino más bien al contrario, que la asumiese formalmente en cuanto Estado, como hemos visto supra en un texto de Santo Tomás). Desde luego que, al existir dos sociedades, puede y debe hacerse una comparación y ella nos muestra la superioridad relativa de la Iglesia.