Pregunta:
Estimados señores: Yo opino que existen muchas leyes que no son aplicables a la vida de hoy y que deben ser actualizadas por los jerarcas de la Iglesia. Me inquieta muchísimo lo referente a la anticoncepción. En mi condición de mujer casada, creo que tengo el derecho de decidir mi vida; no creo que ataque a ninguna ley evitar un embarazo, ¿debería entonces embarazarme cada año, hasta que mi cuerpo no aguante, y me muera en un parto, o tener todas las complicaciones que un embarazo tiene, tener niños que no pueda criar? ¿no poder estudiar?, ¿llevar una vida dedicada a criar niños y no poder ejercer ningún cargo?, ¿ser discriminada por la sociedad y no ser empleada por mi estado? Yo tengo un concepto muy alto de la mujer y no me gusta escuchar que la mujer es una especie de objeto de pecado, una mancha, una cosa o un objeto malo. Me gustaría recibir de ustedes una respuesta a mis dudas o una opinión de lo que expresé. Por su atención muchas gracias.
Respuesta:
Estimada Señora:
La Iglesia tiene la más alta estima por la mujer, como podría Usted comprobar leyendo los documentos pontificios que hablan sobre ello (como, por ejemplo, la Carta Mulieris dignitatem, sobre la dignidad de la mujer, del Papa Juan Pablo II). Es más, tiene un concepto de la mujer (y del hombre) más alto que el que tienen muchos que piden libertades para la mujer que en el fondo no la liberan sino que la esclavizan.
Es parte esencial de la dignidad de la mujer el saber respetarse y hacerse respetar. Respetarse es conocer su propia verdad, saber qué es ella en el plan divino y respetar el plan de Dios sobre ella. Ese plan está admirablemente grabado en sus íntimas estructuras, en su psicología, en su espiritualidad y en su biología. Respetando el plan de Dios sobre la mujer, ésta se respeta a sí misma y puede llevarse a la más alta dignidad.
La anticoncepción disgrega dos elementos que Dios ha querido juntos en el ejercicio de la sexualidad humana: la unión de los cónyuges (siempre actual) y la paternidad/maternidad (no siempre actual sino que muchas veces no es más que potencial, según lo prevé la misma naturaleza). Separando ambas dimensiones se desvirtúa la sexualidad. Así como es una aberración querer la maternidad sin amor (como ocurre en el acto sexual ejercido con violencia, o con desprecio, o por fines de lucro o de placer, pero sin amor), igualmente es una aberración querer el ejercicio de la sexualidad sin la donación total a la otra persona (donación que es total cuando incluye también la potencialidad procreadora, tal como la naturaleza la prevea para el momento en que ejercen la sexualidad).
Éste es el motivo por el que la Iglesia, por respeto a la ley natural y por tanto, por respeto al hombre y a la mujer, condena la anticoncepción.
Además, la anticoncepción se inserta en una lógica antivida; de hecho ella es madre del aborto y del rechazo a la vida. Y hacer de una persona una mentalidad antivida es el peor abajamiento al que puede sometérsela.
Esto no implica esclavizar a la mujer a una maternidad constante, quedando embarazada una vez tras otra. El conocimiento de sus ritmos biológicos (y por tanto, de los sabios planes de Dios) le permite reconocer e identificar los momentos en que ella es fértil y los momentos en que no lo es; ya sea para decidir ejercer la sexualidad conyugal en los momentos de fertilidad (buscando ser madre) como para restringirse por motivos serios a los momentos de infertilidad distanciando los embarazos. Tal es el núcleo de los métodos naturales.
Tenga por cierto que nunca será más mujer que cuando respete el plan de Dios que fue quien hizo a la Mujer.
P Miguel Angel Fuentes, IVE
Comentarios 8
Excelente, gracias por donar sus conocimientos y su tiempo para iluminar nuestra mente y nuestros corazones. Gracias a su madre por haber dicho si a la vida, y gracias a usted por haber dicho Si a la vocación de Dios al Sacerdocio. Feliz y Santa Navidad.
Hoy mas que nunca la mujer entró sin darce cuenta en una carrera cuesta abajo increíble y triste como se llegó a esto , gracias padre Miguel por site excelente respuesta
A veces como mujeres hay que preguntarse de dónde vienen esos deseos de “superación”. Debemos analizar, meditar que no vengan del egoísmo, soberbia, enojo etc. Porque lo que no viene de Dios por más bueno que parezca, es capaz de destruir. En mi experiencia personal, el deseo por trabajar (sentía que mi esposo era incapaz de mantener nuestra familia solo), le hizo mucho daño a mi bebé, al que tuve que meter en una guardería. De tanto que sufría y no poder expresarse, comenzó a morder a sus compañeritos. Yo dejé de trabajar y sí, renuncié a todos mis deseos personales por mis hijos e incluso viví muy limitada económicamente, pero mi bebé nunca volvió a morder a nadie. No hubiéramos podido lograr llegar hasta hoy juntos como familia si no hubiera puesto mi confianza en Dios.
Excelente respuesta ..como siempre iluminando nuestro entendimiento .enriqueciendo nuestro dicernimiento…fortaleciendo nuestra voluntad….sacudiendo nos y acariciando nos con sencillas y sabias palabras….Sacramentos…oración. ..ayuno y solidaridad….Feliz Navidad y sigan con nosotros en el nuevo año…los necesitamos cada día gracias Dios los bendiga!!!!!!!!!
Excelente reflexión. Es necesario hacer uso de la razón y fortalecer nuestra voluntad, con la Gracia de Dios. Feliz Navidad.
Afirmando lo que dice Paulina, cuando uno conoce su dignidad y valor, ya no sientes la necesidad de que una sociedad te confirme, tu y solo tú sabes el importante papel que desempeñas no solo en la sociedad, si no en tu propia familia, el haber dejado la ilusoria vida de “bienestar” que te presenta el mundo, vale la pena por la Plenitud que te da Dios.
Mujeres nosotras somos más que ideologías que los quieren hacer creer, somos más que metas y sueños vacíos en una sociedad tan contradictoria, somos más que superación, somos la obra creadora de Dios y que junto con el varón, no solo hacemos el equipo ideal, si no que alcanzamos metas y sueños no solo para mí, si no para mis almas confiadas, y eso me lleva a vivir en una plenitud constante y llena el corazón de una paz y alegría constante!!!
Padres de IVE Dios los bendiga en todo momento, gracias por todas sus enseñanzas!!!!🙏🏻🙏🏻
Afirmando lo que dice Paulina, cuando uno conoce su dignidad y valor, ya no sientes la necesidad de que una sociedad te confirme, tu y solo tú sabes el importante papel que desempeñas no solo en la sociedad, si no en tu propia familia, el haber dejado la ilusoria vida de “bienestar” que te presenta el mundo, vale la pena por la Plenitud que te da Dios.
Mujeres nosotras somos más que ideologías que nos quieren hacer creer, somos más que metas y sueños vacíos en una sociedad tan contradictoria, somos más que superación, somos la ternura obra de Dios y que junto con el varón, no solo hacemos el equipo ideal, si no que alcanzamos metas y sueños no solo para mí, si no para mis almas confiadas, y eso me lleva a vivir en una plenitud constante y llena el corazón de una paz y alegría constante!!!
Padres de IVE Dios los bendiga en todo momento, gracias por todas sus enseñanzas!!!!🙏🏻🙏🏻
Gracias Padre Miguel Ángel, por sus palabras. Pienso que. para una persona con principios y valores católicos sinceros,.. no se cuestiona nada.. El tema es, mediana o menos Fe y Amor a Cristo.. Si se ama a Dios. Como lo pide Dios en Deuteronomio 6, 4-9 y la Oracion Sacerdotal de Jesús. Seria posible que esa persona esté con.la mente y corazón razonable al seguimiento de Señor… El tema está, en que muchas personas, en sus decisiones y. elecciones personales, están casi siempre , en primer plano, y Dios y la Fe después y eso lo contradice todo. Estaria bueno dar herramientas, ante las influencias y criterios mundanos, y poder estar bien con uno mismo, estar satisfecho y. ser feliz!! como Dios quiere….y tener las cosas claras en lo espiritual..y en lo material,.. saludos y Bendiciones!!!