La falsificación de la figura San Francisco de Asís – Pio XI

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Con motivo del séptimo centenario de la muerte de San Francisco, el Papa Pio XI escribía en la encíclica RITE EXPIATIS del 30 de abril de 1926:


“Así, algunos se detuvieron a admirar en él al hombre que, por una nativa claridad mental, es maestro en expresar poéticamente las emociones del espíritu, y su famoso Cántico hizo las delicias de la posteridad erudita, que veía en él un antiquísimo ensayo de la naciente lengua vulgar.

Otros quedaron admirados por su amor a la naturaleza, que no sólo se conmueve ante la majestad de las cosas inanimadas, ante el fulgor de los astros, la belleza de los montes y valles de Umbría, y la hermosura de los animales, sino que, como el Adán inocente en medio del paraíso terrenal, les habla a los animales y los tiene sujetos a sus mandatos, como si estuviera unido a ellos por una íntima hermandad.

Otros ensalzan su amor a la patria, porque a él le debe nuestra Italia, que se gloría del venturoso honor de haber sido su cuna, una fuente de beneficios, más copiosa que la de cualquier otro país.

Otros, en fin, lo celebran por aquella su verdaderamente singular comunidad de amor, que une a todos los hombres.

Todo esto es verdadero, pero secundario, y debe ser bien entendido, porque quien se detenga ante eso como la cosa más importante, y quiera cambiar su sentido para justificar su propia molicie o excusar sus falsas opiniones o sostener algún prejuicio suyo, estropea sin duda la imagen genuina de Francisco.

Pues el Francisco integral, que el pueblo cristiano más debe imitar que admirar, está en aquella universalidad de heroicas virtudes; está en aquella austeridad de vida y en su predicación a penitencia; en aquella acción múltiple y sacrificada en la reforma de la sociedad. El que fue heraldo de tan gran Rey, quiere a los hombres conformes con la vida evangélica y con el amor a la Cruz, y no sólo amantes y enamorados de las flores, las aves, los corderos, los peces, y las liebres”.

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Comentarios 2

  1. María Victoria Cano Roblero dice:

    El camino que Dios estaba abriendo a su conversión verdadera para seguir a Jesús y dejándolo todo lo siguió en pobreza y humildad.

  2. Lise Maria Davidson dice:

    Muchas gracias padres por compartir este fragmento de la encíclica del Papa Pío XI. Jesús le pidió reconstruir su Iglesia (a lo que estamos llamados nosotros también hoy en dīa). Qué gran ejemplo de confianza en la Divina Providencia, y que gran ejemplo de caridad fue San Francisco cuando se ocupó de los Leprosos! El Santo siempre alegre. Mucha razón tenía el santo padre Pío XI al recordarnos que debemos recordar a San Francisco más allá de su relación con los animales de la creación.

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